Los bailables años 70's |
Post vinculado: Balada Perú. Una breve historia del pop peruano
Pronto las reformas implementadas alcanzarían hasta las manifestaciones artísticas. El rock’n’roll sería considerado alienante y aculturizante, no obstante la escena pop seguiría desarrollándose impulsada incluso por la realización de festivales musicales de alcance internacional que se harían habituales en diversos lugares del territorio de la república como el Festival de la Canción de Trujillo, el de Sullana y -quizás el más recordado y exitoso- el Festival de Ancón.
Pronto las reformas implementadas alcanzarían hasta las manifestaciones artísticas. El rock’n’roll sería considerado alienante y aculturizante, no obstante la escena pop seguiría desarrollándose impulsada incluso por la realización de festivales musicales de alcance internacional que se harían habituales en diversos lugares del territorio de la república como el Festival de la Canción de Trujillo, el de Sullana y -quizás el más recordado y exitoso- el Festival de Ancón.
El mismo año 1968, año en que
también Kela
Gates graba
para la posteridad su “Néctar de Verano”,
Cesar “el Mono” Altamirano conquista el
primer lugar del Festival de la canción de Trujillo con el tema “Juego de amor” del músico y
compositor Freddy Roland (con los arreglos de Peter Delis),
tema cuyo estilo musical e interpretativo marcaría la pauta para lo que se
seguiría haciendo durante la siguiente década: la balada de festival.
El Mono Altamirano egresó del colegio militar Leoncio
Prado y luego ingreso a la Universidad Nacional de Ingeniaría, pero su amor por
el canto pudo más que su vocación de ser ingeniero y tras grabar un disco con
canciones de rock’n’roll y twist, ingresó a la televisión como parte del elenco
del programa musical Cancionísima de
Panamericana Televisión, Canal 5, en 1964. Su participación en el Festival de
la Canción de Trujillo ocurrió dos meses antes del golpe militar y de premio
obtuvo un automóvil Volvo del año. Siguió cosechando éxitos a lo largo de los
años setentas y en 1974 representó al Perú en el Festival Musical de la OTI,
con la canción “Mujer Primera”. Su
matrimonio con Cuchita Salazar, conocida modelo de la época, atrajo la atención
de los medios, aunque la pareja terminó divorciándose. Emigró a los Estados
Unidos y falleció en la ciudad de Nueva York el 9 de agosto de 1993, a los
pocos días de ser operado del corazón.
Rulli Rendo, cantante,
compositor y director de orquesta alguna vez contó que escribió “Un pañuelo y una
flor” en
la primera semana del mes de diciembre de 1972 y para el siguiente mes, esto es
para enero de 1973, participaba ya en el Festival de la Canción de Sullana en
la voz de Juan Manuel Fernández Bejarano,
conocido en el Perú y México simplemente como Homero. No obstante Rulli Rendo dijo que la
canción no ganó nada, lo cierto es que con su interpretación (y de hecho por la
calidad de la canción) Homero obtuvo el premio
de Cantante Revelación del festival.
Juan
Manuel, nació en la ciudad de Lima el año 1951, su
vida la pasó en la Unidad Vecinal de Mirones y estudió en la Gran Unidad
Escolar Hipólito Unánue y fue en el Festival de la Canción de Sullana donde dio
inicio a su trayectoria artística. Es decir, antes de ello solo era un
vehemente aficionado al canto que estaba en busca de la oportunidad de su vida.
Y vaya que la encontró pues el ser considerado cantante revelación le permitió,
ese mismo año, ser invitado a otro festival, el de la ciudad de Trujillo, donde
dejaría sentada su valía con la canción “Pecado” que le permitió
hacerse del segundo lugar y lanzar su carrera a nivel internacional.
Sin duda, uno de los más
importantes momentos de la carrera de Homero
fue su participación en el
Festival de la Canción de Viña del mar, Chile en 1978. El famoso “monstruo” (tradicional denominación que se le da al público asistente
a dicho festival), habituado a lapidar a los participantes peruanos, lo respaldó
unánimemente permitiéndole ganar el premio a mejor intérprete con la canción “Vive tu vida” (de
María Dicaselo y Juan Fernández), haciendo suyo el segundo lugar detrás de
Fernando Ubiergo (cantautor chileno muy querido en el Perú). La inusual
reacción del público sureño tomo por sorpresa a Chabuca Granda que se
desempeñaba como miembro del jurado en aquella ocasión.
Son
muchos los temas que Homero ha convertido en éxitos a los largo de sus 41 años de
vida artística: “En tu telaraña”, “Contra viento y marea”, “Soledad de ti, soledad de mí”, “Amiga”
entre otros.
Presentación final de Homero en Viña del Mar 1978.
Y una sorprendida y emocionada Chabuca Granda
"Vive tu vida"
Existe
un tema que hasta el día de hoy se escucha en radioemisoras de canciones del
recuerdo y que muchos creyeron -en su tiempo- que se trataba de una tonada y de
un cantante del país hermano del Ecuador; incluso por ahí no faltan quienes
creen que se trata del cantante de origen argentino, hoy nacionalizado mexicano, Leo Dan.
El
tema es “Mil años” y pertenece al cantante y compositor peruano Felix Zevallos Robles, conocido
artísticamente como “Dino”,
nacido en Puerto Supe, provincia de Barranca, región Lima. Esta canción la grabó
en 1978 y lo hizo conocido en gran parte de Latinoamérica. En el Perú son
muchos que lo veneran como un cantante y compositor de culto.
Entre
los temas más recordados por sus seguidores, además de “Mil años”,
están “Luciérnaga”, “Dios has que me enamore”, “Te quiero y qué”, “Tírame la puerta” entre otras.
Y de
otra provincia del norte, Santa, Chimbote, región Ancash, irrumpió el que
quizás puede ser reconocido como el sonido más representativo del pop peruano
en la década de los 70’s, “Los Pasteles Verdes”, agrupación musical fundada -a finales de los años 60’s- por los hermanos Cesar y Víctor Acuña Lecca
con el nombre de Los Jeekstones y que en sus inicios se
dedicó a la música instrumental al estilo de los estadounidenses Ventures y
los peruanísimos Belkin’s para luego
dar un giro al género tropical con el nombre de Los Benkers. Como tales y con Víctor Acuña como su primera
guitarra, Cesar Acuña como segunda guitarra o guitarra rítmica, Jorge Príncipe
en la batería, Miguel Moreno en el bajo y German Laos en la voz, consiguieron
fichar para la disquera nacional DINSA y grabar su primer larga duración en 1972.
A finales de ese mismo año se les une el percusionista Juan Vásquez y a la vez
se da la salida de German Laos quien es reemplazado por Miguel Castillo. En
aquel entonces, ya con el nombre de “Los Pasteles Verdes” interesan al sello INFOPESA quien les ofrece grabarles un sencillo de música tropical. Cuando
a inicios de 1973 la agrupación chimbotana se hace presente en el estudio de
grabación, registran un nuevo vocalista, Aldo
Guibovich y cuentan con el apoyo del letrista Fernando
Arias, elementos con los que la banda alcanzará
la fama.
El
sencillo tuvo como lado B una versión de la canción “Angelitos negros”,
que tuvo mayor pegada en las radios que el lado A, dedicado a un tema del
género tropical. El éxito de esta canción permitió reorientar el camino de la
banda y gracias a la voz de Gibovich encontrar su sello distintivo.
Inmediatamente graban un segundo sencillo conteniendo en su lado A la canción “El reloj” del mexicano Roberto Cantoral
que se convertiría en su segundo éxito y que diera paso a su primer larga
duración para INFOPESA (y segundo para la agrupación) que los catapultará más
allá de nuestras fronteras. Este álbum, del año 1974, contiene “Angelitos negros” y “El reloj” (sus dos primeros éxitos), otros dos temas celebres de la
primera etapa de la banda: “Oh Baby” y
“Te amo y no soy correspondido” y la
canción más asociada a su trayectoria musical “Recuerdos
de una noche” que diera, además, nombre al disco. “Recuerdos de una noche” constituiría
la primera canción exitosa de Fernando Arias como compositor.
En 1974
graban su segundo álbum para INFOPESA (tercero de la agrupación) que llevó por
nombre “Los Pasteles Verdes Vol. II”,
que incluía la canción “Esclavo y Amo”
(del mexicano José Vaca Flores) que apareció también como sencillo y conformó
el trío de canciones, junto a “El reloj” y “Recuerdos de una noche”,
que dieron a la agrupación sus tres primeros discos de oro.
Para
1975 lanzan “Los Pasteles Verdes Vol.
III” y comienzan una gira por todo el Perú y varios países de Latinoamérica
de la que la banda regresaría escindida por desacuerdos económicos. Se conoce
que Aldo Gibovivh lidera uno de los bandos.
En
efecto, para mediados de 1976 se publica un álbum con el nombre de “Mañana de Amor” acreditado a Aldo y los Pasteles
Verdes
cuya grabación contó con el apoyo de la
orquesta de Coco Salazar y que incluye la versión de “En mi viejo San Juan” (del puertorriqueño Noel Estrada).
Hugo
Acuña decide recomponer el otro bando colocando a Fernando Arias y Linker
Sánchez en las voces. La similitud de estilo vocal entre Aldo Gibovich y
Fernando Arias impedirá que muchos se den por enterados de la división.
Los Pasteles Verdes de Hugo
Acuña con
la voz principal de Fernando Arias a lo largo de 1976 graban cuatro sencillos,
el primero de ellos presentó en su lado A otro tema que identifica a la banda
(aunque en realidad se trata ya de otro proyecto), “No sé qué tengo no sé”.
Aldo Gibovihc |
La
historia de “Hipocresía” tiene que ver mucho con el productor musical de todos los Pasteles
Verdes, Alberto Maraví.
Fernando Arias |
En
1978, los Pasteles Verdes de Hugo Acuña (con la voz de Linker Sánchez) lanzan
en México un álbum con el título de “Hipocresía” que a su vez es el tema
uno del lado A. Fernando Arias había dejado el grupo en 1977 para iniciar una
carrera en solitario.
Para
ese mismo año 1978, Aldo Givobich se va a radicar a la Argentina donde seguirá
grabando discos y disfrutando de una enorme popularidad.
En la
actualidad se siguen presentando diversas conformaciones de los Pasteles
Verdes, tanto con Aldo y con Fernando.
Para
mediados de la década de los 70’s, la radio en nuestro país como medio de
comunicación, información y entretenimiento ya se había masificado. Adultos y
jóvenes escuchaban música sea en las emisoras de AM como en las de FM, que para
ese entonces eran pocas. Existían aquellas emisoras que programaban música en
nuestro idioma sin discriminar géneros. Así, se podía escuchar desde una balada
hasta un vals criollo o una ranchera mexicana. También las había aquellas cuya
programación era solo de música en inglés. Otras solo se especializaban en la
música afrolatina conocida como salsa y también había de aquellas que
combinaban las canciones románticas en español con música en inglés.
A
mediados de los 70’s poco a poco iba aterrizando la onda “Disco” y para 1978 la fiebre se desata con el estreno de las
películas “Fiebre de sábado por la noche”,
“Gracias a Dios que es viernes” y “Grease”.
Para
esa segunda mitad de la década algunas bandas de rock locales ya se animaban a
cantarlo en español.
Buena Suerte |
La
propuesta de este grupo vocal es quizás la más original de todas las que se
hicieron durante la década de los 70’s en nuestro medio. Bajo la producción del
músico, compositor y arreglista Enrique Lynch (muy asociado al desarrollo de la
nueva ola peruana) colocaron varios éxitos que transitaban desde el soul, el
ritmo dance, la música disco, la balada e incluso la rumba en plan pop. De su
producción discográfica resaltan tres temas “Un
verano de amor” (año 1975, Sonoradio); “Dajhana linda gitana” (año 1976, Sonoradio) y “El
ritmo del Chiqui-bum” (año 1978, Sonoradio).
Johnny Rojas |
Hacia
finales de la década de los 60’s Juan Manuel Oleagoitia Murillo, hijo de padre de origen vasco (miembro de un trío llamado
los Jai Alai) y de madre ecuatoriana, ingresa al mercado discográfico peruano
apostando por el género de la rumba flamenca. Este Juan Manuel graba para el sello Do,
Re, Mi “Rumores” y “Más fuerte que ninguna” y obtiene un
gran éxito. El sobrenombre artístico con el que ganará fama internacional “Sagitario”
simple y llanamente lo tomo del
zodiaco. Con la orquesta del maestro Peter Delis, para el mismo sello Do, Re,
Mi (distribuido por El Virrey) graba su primer álbum en 1974 que incluye “Rumores”, “Más fuerte que ninguna” y “Te voy a enseñar” (todas de su autoría).
Álbum "Sagitario" 1974 |
Una vez
apagada la fiebre generada por las películas de John Travolta con la banda
sonora de los Bee Gees, otras modas ligadas aún a la música disco generaron el
entusiasmo en los adolescentes y jóvenes. Había finalizado la década de los 70’s
y en los primeros años de los 80’s el nuevo rollo era el baile con patines,
modo que estalló gracias a la película Roller
Boogie (1979), con la diabla Linda Blair (recordada por la película “El Exorcista”).
Explanadas
de edificios públicos, parques, plazas se vieron llenas de patinadores de todas
las edades. El diseño de los patines, totalmente diferente a aquellos de la
década de los 50’s y 60’s, era llamativo pues ahora se trataba de un calzado de
vistosos colores adherido a una plataforma con ruedas y tacos de material
plástico.
Poster oficial de la película Roller Boogie |
Para
la grabación del disco y posterior álbum, la música estuvo a cargo de los
hermanos Cornejo. En el álbum, que llevó por título “Rollets”, también estaban los temas “Es mejor reír” y “Baila junto a mí”
Pasada
la moda del patinaje y debido a que Rollets se tomó solo como otro proyecto
por parte de los hermanos Cornejo, el dúo no volvió a grabar otro disco.
La
canción “Patinando” puede ser considerada un hibrido entre el clásico estilo
hispano y la música anglosajona.
Malena Calisto, voz principal de Rollets |
Post vinculado: Balada Perú. Una breve historia del pop peruano
Notas:
- En la décadas de los sesentas y setentas era común que canciones del género criollo obtuvieran mucha resonancia en los festivales musicales, como es el caso de la canción "Vieja Limeña" de augusto Polo Campos, interpretada por Lucía de la Cruz que obtuvo el primer lugar en el Festival de la Canción de Trujillo el año 1973. A inicios de ese mismo año, otra canción del mismo Polo Campos se coronó como triunfadora en el Festival de Sullana: "Yo tengo una pena" y otra canción del mismo género (hoy un clásico de la música criolla) obtuvo el tercer lugar en la voz de Luis Abanto Morales: "Cholo soy". En 1970, el poema convertido en canción "Tu voz" (Juan Gonzalo Rosé) interpretado por Tania Libertad ganó el Festival de la Canción y Voz de Chiclayo. De hecho, fue un festival de la canción de la música criolla el primero de todos (1960).
- El primer festival internacional organizado en el Perú fue el de la ciudad de Trujillo, el año 1966, por parte del Club de Leones de esa ciudad.
- La primera edición de Festival de Ancón se desarrolló el año 1968 y fue organizado por un sello discográfico (SONORADIO), un diario (El Comercio) y una institución cultural del lugar (el museo de sitio de Ancón). La última edición se desarrolló en 1984. En el año 1974 obtiene el primer lugar una canción que se ha convertido también en un clásico del pop peruano, interpretada por Joe Danova (padre de Gian Marco): "Guarda esta rosa".
- Circula por ahí una historia según la cual “Un pañuelo y una flor” la compuso Rulli Rendo de mal humor porque a Homero no le gustó otra que había compuesto para que participe en un festival. Dicen que Rulli le dijo a Homero “¿No te gusta?... entonces agarra un lapicero y un papel y escribe…” y le dictó la letra de “Un pañuelo…” que le salió al vuelo de lo mejor de su inspiración.
- El primer festival internacional organizado en el Perú fue el de la ciudad de Trujillo, el año 1966, por parte del Club de Leones de esa ciudad.
- La primera edición de Festival de Ancón se desarrolló el año 1968 y fue organizado por un sello discográfico (SONORADIO), un diario (El Comercio) y una institución cultural del lugar (el museo de sitio de Ancón). La última edición se desarrolló en 1984. En el año 1974 obtiene el primer lugar una canción que se ha convertido también en un clásico del pop peruano, interpretada por Joe Danova (padre de Gian Marco): "Guarda esta rosa".
- Circula por ahí una historia según la cual “Un pañuelo y una flor” la compuso Rulli Rendo de mal humor porque a Homero no le gustó otra que había compuesto para que participe en un festival. Dicen que Rulli le dijo a Homero “¿No te gusta?... entonces agarra un lapicero y un papel y escribe…” y le dictó la letra de “Un pañuelo…” que le salió al vuelo de lo mejor de su inspiración.
-
Se cuenta que Dino escribió la canción “Mil
años” en la soledad de su cuarto de hotel durante una gira en que conoció a
una bella chica.
-
El productor musical de todos los Pasteles Verdes, Alberto Maraví, fue
quien los instó a salir de la música tropical y optar por el género romántico.
Uno de sus argumentos era que no había nadie en Perú que rivalice con los
chilenos Ángeles Negros.
Alberto
Maraví conoció a los Pasteles Verdes en una gira que hizo
por todo el Perú buscando nuevos talentos.
-
Aldo Gibovich contaba con 19 años cuando grabó junto a los Pasteles Verdes “Angelitos negros”.
“Angelitos
negros” originalmente era un
poema escrito por el venezolano Andrés Eloy Blanco que fue convertido a canción en género bolero por el mexicano Manuel
Álvarez y grabado en 1948 por Pedro Infante.
-
En una entrevista realizada con ocasión de la gira que lo llevó por Uruguay,
Marc Anthony contó que “Hipocresía” por los Pasteles
Verdes fue una canción que su papá (Felipe Muñiz) se la hizo conocer
cuando aún era niño.
-
Actualmente Jhonny Rojas está
dedicado a difundir la palabra de Cristo a través de su arte.
Fuentes Consultadas: Ver en Fichero de canciones
Soundtrack:
Juego de amor: Cesar Altamirano, 1968
Un pañuelo y una flor: Homero, 1973
Pecado: Homero, 1973
Mil años: Dino, 1978
Recuerdos de una noche: Los Pasteles verdes, 1974
Mi amos imposible: Aldo y los Pasteles Verdes, 1977
Hipocresía: Aldo y los Pasteles Verdes, 1977
Un verano de amor: Buena Suerte, 1975
Dajhana linda gitana: Buena Suerte, 1976
El ritmo del chiqui-bum: Buena Suerte, 1978
Rumores: Sagitario, 1974
Te voy a enseñar: Sagitario, 1974
Patinando: Rollets, 1981
Concepto, texto, mezcla musical y notas:
MAX MARRUFFO