American Pickers (Cazadores de Tesoros)
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En mi curso
de Derechos Reales les decía a mis alumnos que la basura que arrojan unos es la riqueza que encuentran
otros. Sus rostros de sorpresa o desconfianza motivaban que yo mismo me
preguntara si no estaba exagerando. Pero no, hoy más que nunca, lo afirmo
y se puede comprobar que es cierto.
Definitivamente, en los últimos años del
siglo XX y en lo que va del presente se viene imponiendo una puesta en valor del pasado. A diferencia
de otros tiempos, se entiende que lo moderno, lo presente no implica
necesariamente un avance, un adelanto, una mejora. Cómo considerar un adelanto
el hecho que el café en polvo que tomamos todas las mañanas venga ahora en
sobres plásticos cuando antes venía en envases de latón con una cubierta de
platina delgada que lo conservaba fresco y con su aroma original.
Ni la tecnología, los medios globalizados y las modernas técnicas
de mercadeo han logrado imponer nuevamente a un artista o grupo de tal manera
que trascienda su propia generación. Definitivamente lo que se escucha hoy en
día no tiene la posibilidad de equipararse a lo producido en décadas anteriores
a los 80’s. La prueba de ello es que, la música juvenil popular (el POP) está
muriendo. La compra y venta de discos ha dejado de ser un hábito y un negocio.
La atomización de la música ha logrado dispersar los gustos, las tendencias,
las ideas y la afición misma. No existe la posibilidad de volver a medios de
filtrado que alineen lo mejor de lo mejor de todas las corrientes y ordene el
caos que actualmente existe. Ya nadie vive de los discos que graba,
ni las disqueras son lo que eran antes. Y nada tiene que ver la digitalización
de la producción con todos sus problemas (pirateo, descargas ilegales por
INTERNET, etc.), esto solo consiguió agravar la situación. Desde que algo
llamado MTV incursionó como guía de gustos y
modas, el rock'n'Roll (y todo lo que representa
esta palabra compuesta por más que se trate de ritmos diversos) se jodió (1).
Los músicos y su música pasaron, de los parlantes de los viejos gramófonos,
radiolas, radios a bulbos y luego de transistores, a las pantallas del
televisor. Dejaron de ser músicos para convertirse en personajes. No sorprende
entonces que en estos tiempos una gran parte de los cantantes y grupos
de moda provengan de la industria de la televisión para pre-Teens y Teenagers.
En todo caso, no sorprende que busquen las cámaras más que una buena sala de
grabación para mantenerse a flote y que mezclen su arte con causas sociales por
pura pose, cuando antes se hacía sólo por convicción; y que otros, ante esas
mismas cámaras, repitan o imiten, sin vergüenza o empacho, el camino andado y
debidamente identificado de uno anterior (como Lady Gaga lo
hace respecto de Madonna).
Rebeldía de post-guerra |
Hay, indudablemente, una
marcada línea divisoria entre un pasado en que la música era considerado un
arte y lo que hoy es solo considerado “negocio de la música”.
Mientras Janis se
tomaba todo el Whisky que estaba a su alcance para que su voz sonara aún más
herida; Shakira hoy nos vende perfumes.
Es aquí donde la música del recuerdo u oldies asume importancia,
abriéndose espacio dentro de la diversidad de géneros con el rótulo de Música Adulto-Contemporánea. Representa
un nuevo rubro en la segmentación de la programación radial en todas partes del
mundo y no resulta extraño que las nuevas generaciones formen parte de su
audiencia (3). Lamentablemente, entre nosotros, como siempre, solo se difunde
una pequeñísima porción de todo el espectro o universo que ha quedado
registrado de los 40’s a los 70’s. De Los
Panchos y La Matancera, de (los
insufribles) Triny Lopez y Neil
Sedaka al comercial Chubby Checker
y de Rapahael a Juan Gabriel no pasamos. Los programadores brincan, sea por
ignorancia o intencionalmente, autores, cantantes y bandas, épocas, etapas,
tendencias, como lo hicieron en el momento que esa misma música estaba vigente,
lo que permitió (y permite) que seamos un país con escaza cultura musical (4).
Yo denomino a esta actitud trivialización del recuerdo. Una
simplificación que no se ve en otros lados.
Así, en nuestro medio, existen radios del “recuerdo” que sólo
hacen girar una cantidad limitada de canciones como si en todos esos años se
hayan producido sólo 10 ó 20 temas de importancia y calidad (una de esas es Radio
Mágica). Otras combinan los 60’s y los 70’s con los 80’s sin entender
que se trata de historias distintas e incompatibles (Doble 9 ya no es lo que
era antes). Hay de las que difunden oldies latinos con la idea que esta
es música sólo para gente de la tercera edad y no muestran interés de motivar
su gusto en los jóvenes como sucede con la música anglosajona (La
Inolvidable y Felicidad) (5).
A diferencia de los Cazadores de Tesoros, no se busca
una puesta en valor del recuerdo, solo atosigar y acelerar su extinción. De
seguir así, lograrán que el Bolero
deje de escucharse con la muerte física del último de sus contemporáneos.
Parece tema de una novela de ficción, pero tal y como se enfoca el asunto aquí,
muy probablemente ocurrirá así.
Referencias:
(1) Por ello que suelo marginar la década de los 80’s porque produjo música con otra orientación, constituyendo otra historia que alguna vez tendrá alguien que se encargue de evaluarla y justificarla por lo que se hizo durante ella.
(2) A Dios gracias que a la fecha, se está dando un fenómeno que se autodenomina INDIGNADOS tanto en Europa como en los Estados Unidos. Es probable -y ojala así fuera- que éste movimiento encuentre su combustible nuevamente en el arte musical. Quizás, sería el comienzo otra vez de todo.
(3) También se abre paso como contenido de series de televisión. La más importante hoy por hoy: Glee.
(4) Que se agrava con la escasa circulación de revistas especializadas.
(5) Un caso excepcional (hasta patético) es el de Radio Mar Plus que pasa, como si fueran actuales, temas de los 80’s pertenecientes a la onda de la Salsa Sensual muy en boga aquellos años. Incluso forman parte de sus rankings de éxitos. El problema ahí es que no se atreven a poner material nuevo que vaya más allá de los patrones de la Salsa tal y como se ha conocido siempre en el Perú.
Notas:
The Load Out y Stay son dos canciones contenidas en el álbum Running on Empty de Jackson Brown, año 1977. La primera escrita por él; mientras que la segunda es un cover de un clásico del año 1960, escrito por Maurice Williams. The Load Out es el surco número 9 del álbum; Stay, el surco número 10, pero siempre han sido tocadas (o pinchadas) juntas como un mix y así han trascendido la barrera de los recuerdos y así es como la interpreta Jackson Browne en vivo.
Notas:
Jackson Brown |
La versión que Ustedes escuchan es una presentación hecha en Londres en 1978.
Las dos canciones del álbum Running on Empty se grabaron originalmente también en vivo, pero en el año 1977, en el Merriweather Post Pavillion - Columbia, estado de Maryland (EE.UU.).
The Load Out hace referencia al ambiente que existe luego de acabar un concierto, a los trabajos de desarmado del escenario, las luces, el equipo de sonido; al traslado y transporte de un lugar a otro de todo ello. Descripción que se hace desde la perspectiva de un músico, que solo siente estar vivo cuando está tocando, momento que no quiere que termine nunca.
Stay, por su parte, se refiere a las ganas de no acabar con el show, no obstante el músico recibe la orden de su mánager de hacerlo. Se queda y le da una canción más a su público. Es una suerte de homenaje al Bis, esto es, a la canción que se canta a pedido del público luego de concluir la presentación y cuando el artista o la banda ya se habían retirado.
El contenido de esas letras es lo que motivó a Jackson Browne a interpretarlas juntas, puesto que se complementan.
Estas dos canciones, además, bien pueden ser una suerte de Declaración de Principios de la música del recuerdo, la que, por más que la tecnología haya avanzado desde que muchos de los discos que la integran se grabaron en condiciones primitivas, mantiene aún vigencia no solo en la mente y recuerdo de sus contemporáneos sino también en la de muchos jóvenes de los cuales ni sus padres habían nacido cuando por primera vez fueron tocadas en la radio.
La afición y difusión de música del recuerdo u Oldies no tiene como finalidad desplazar lo contemporáneo ni reciclarla como nueva. Su finalidad es servir de inspiración para mejorar algo que indiscutiblemente anda mal. Es el segundo Renacimiento al que se somete la cultura universal.
Frank Fritz y Mike Wolfe |
Tema musical:
The Load Out/Stay: Jackson Brown-BBC In Concert Live At Shepherd’s Bush Teather-Londres 1978.
Para más información sobre éste tema ir a: Fichero de canciones
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MAX MARRUFFO S.