miércoles, 27 de octubre de 2021

LA CELESTINA, FELIPE PINGLO ALVA, ALFREDO BRYCE Y “EL HUERTO DE MI AMADA”:


- ¿Sabes lo que quiere decir

llevarse a alguien al huerto?

FELIPE PINGLO ALVA

Esta es la pregunta que Natalia Larrea entre divertida y empilada le hace a Carlitos  Alegre, ambos personajes de la novela "El Huerto de mi Amada" del escritor peruano Alfredo Bryce Echenique, publicada el año 2002 bajo la editorial Norma, cuyo título evoca el viejo vals de Felipe Pinglo Alva y que es citado en ella. Y es que en esta novela Bryce desarrolla una historia con cierto paralelismo a la contenida en la letra de la canción, aunque en vena tragicómica.

La canción de Pinglo Alva, una de las más conocidas e interpretadas del cancionero popular limeño, no es en realidad un tema de amor gozoso, sino más bien de decepción y amargura, cuya primera estrofa coloca a quien la escucha en la idea de que lo que viene después es una descripción de momentos sublimes, alegres e irrepetibles para quien canta la historia. El timo, que al parecer fue hecho de manera conciente por el autor, se perfeccionó cuando Oscar Avilés encontró el primoroso intro de guitarra con el que el trío Los Morochucos la regrabaron a inicios de la década de los años 60’s del siglo pasado.

¿De dónde proviene el dicho?

"La Celestina" o "Tragicomedia de Calisto y Melibea" es un drama que se cree data del siglo XV, atribuido a un tal Fernando de Rojas y que cuenta los afanes de Calisto, joven hidalgo que se hace de los servicios de una anciana, ex prostituta y experta en amarres amorosos, a efecto que logre doblegar la voluntad de Melibea, hermosa doncella (mujer virgen) de la cual se ha enamorado hasta el delirio. La alcahueta es conocida por todos como “la Celestina” y sus méritos profesionales se deben más a casualidades y chantajes que a sus habilidades persuasivas, de lo que saca enorme ventaja según su fama va creciendo entre la gente.

 Calisto ha conocido a Melibea accidentalmente cuando iba tras de un halcón que se refugia en el huerto de la casa de esta. Calisto a primera vista se impresiona de su belleza y se enamora en el acto, mientras que Melibea lo desprecia y le aborrece por querer dar muerte al ave, hecho que le genera además inmediato prejuicio sobre su persona.

Celestina recurre a todos sus recursos para quebrar la voluntad de Melibea quien, más por lujuria que por los hechizos que le suministra la alcahueta, sede a las intenciones de Calisto y sin medir las consecuencias se entrega a este fuera de matrimonio y al poco tiempo debe enfrentarse al hecho de haber quedado deshonrada sin contraer nupcias por la muerte inesperada de su amante.

Es por ello, por lo que se considera que el dicho “llevar al huerto” proviene de esta historia, haciendo referencia al lugar de los encuentros de Calisto y Melibea: el huerto de la casa de esta; así “llevar al huerto” es sinónimo de defraudar, de conseguir llevar a alguien a nuestro terreno para conseguir un fin; en el plano íntimo, mentir a una persona con la finalidad de obtener sus favores sexuales sin asumir luego compromiso alguno. También puede entenderse como el riesgo que asume una persona por dejarse llevar por sus apetitos de cualquier naturaleza, sobre todo sexual.

Según la tradición, este es el lugar en que ubicó Fernando de Rojas el huerto de Melibea, donde tuvo sus encuentros con Calisto. Está ubicado en la ciudad de Salamanca, en la zona de sus murallas al lado del río Tormes. Al ingresar se encuentra una escultura que representa a la Celestina.

“El Huerto de mi Amada”, vals peruano.

Felipe Pinglo Alva, compositor de música popular limeña (Lima, 1899 – 1936) de haber vivido en este segundo milenio hubiera sido una persona muy exitosa dada su visión en el negocio de la música. Pinglo desarrolló sus habilidades compositivas en una época en que la radio inicia su auge en el Perú como medio de comunicación de masas y comienzan a llegar los primeros reproductores de música, los gramófonos. Dado que los discos que se pueden reproducir en estos aparatos provenían de los Estados Unidos o de Argentina, la radio en Lima comienza a difundir música extranjera, ritmos de la época de enorme éxito en aquellos países, tales como el foxtrot y el tango, dejando sin posibilidad de competir al cancionero popular existente en estos lares. Inteligentemente, Pinglo comienza a escribir sus canciones dotándolas musicalmente con técnicas de aquellos ritmos, pero con un lenguaje y sentimiento popular autóctono, atrayendo así la atención del público.

En ese contexto, Felipe Pinglo, hacia 1933 escribe un tema relacionado con el dicho “llevar al huerto” y que si se escucha detenidamente tiene un aroma de tango que trata la historia de un amor burlado: “El Huerto de mi Amada” (1).

La canción puede ser dividida en cuatro partes:

1. El encantamiento: “Si pasas por la vera del huerto de mi amada/ al expandir la vista hacia el fondo veras/ un florestal que pone tonos primaverales/ en la quietud amable que los arbustos dan”.

2. El desencanto: “Allí es donde he dejado lo mejor de mi vida/ allí mis juramentos vagando han de flotar/ porque ese ha sido el nido de amargos sufrimientos/ y allí la infame supo de mi amor renegar”.

3. La reflexión: “Quien quiera con el alma el corazón no mande/ quien busque amores que deje de soñar/ el corazón y el alma son dos fuerzas humanas/que emprenden una senda para no regresar/ Sus afectos son leyes que gobiernan y mandan/ labrando así la dicha como también el mal/ y reciben y cumplen las voces del destino/ que tan pronto nos ríe o nos hace llorar”.

4. "La turbación: “No sé por qué recuerdo con algo de tristeza/ las hieles que el destino me supo deparar /y el afecto mentido quien yo idolatraba/ ha convertido en odio mi férvido adorar/ No sé por qué me apena hablar de aquellos días/ que el engaño me trajo en forma de mujer/ no sé si es algo bello vivir de desengaños/ porque es más halagüeño reírse del querer" (2).

No he encontrado alguna información en cuanto que Felipe Pinglo haya alternado con literatos o poetas de su época (salvo de algunos encuentros con José Carlos Mariátegui quien -se dice- hacía poco caso a su trabajo)(3), pero hay en sus letras formas propias de la poesía, estilos cuasi academicos. Esto es un hecho que la cultura oficial ha querido negar y muhas veces revisó la lírica del "Bardo Inmortal" con desprecio y burla. En algunas de sus canciones, como en el caso del "Huerto de Mi Amada" se distingue cierta información no propia de compositores y cantantes "jaranistas" de su época(4) y nos atrevemos a decir que para componer la canción “El Huerto de Mi Amada” tuvo en mente la historia de Calisto y Melibea personajes del drama “La Celestina”.


Esta es la primera versión que el trío Los Morochucos grabara del vals "El huerto de mi amada" en el año1949. Pueden apreciar que aún no contiene el famoso intro de guitarra
ejecutada por el recordado Oscar Avilés.

Oscar Avilés (1924 - 2014), de Los Morochucos, conocido como la "Guitarra de Oro del Perú" explica la fórmula de interpretación y canto del trío y sobre todo el cómo de la legendaria introducción de dos canciones: "El Huerto de  Mi Amada" de Felipe Pinglo Alva y "Guitarra" de Agusto Polo Campos.

Nueva versión de "El huerto de mi amada" por Los Morochucos, del año 1969.
En esta, Oscar Avilés utiliza ya el intro quisás mas conocido de la música criolla.

Esta es una versión de "El huerto de mi amada" en la voz de Victoria Villalobos
en la que se incluye la tercera parte de la canción, cosa que no hicieron
Los Morochucos, Los Trovadores del Perú o Jesús Vásquez, primeros interpretes
del tema, y en realidad, cosa que no se ha hecho en casi todas las grabaciones del mismo.

“El Huerto de mi Amada”, novela.

Es una historia ambientada en Lima, en la década de los años 50 del siglo pasado, década que fue bautizada huachafamente como los “apachurrables años 50”, no recuerdo por quién, queriendo hacer referencia a una época de bonanza económica, obviamente de la que sólo gozó cierto sector al que calificaremos como el de los “acomodados” social y económicamente muy por encima del resto de la población, para así evitar referirnos a temas y detalles que escapan a este post.

Los personajes principales, Carlitos Alegre Natalia Larrea, son una pareja que escandalizan a su entorno social pues se unen, viven y consuman un amor apasionado no obstante él tiene 17 y ella 33 años, siendo testigo de esa relación ilícita (en aquel entonces la mayoría de edad para varones y mujeres se obtenía a los 21 años), la casa huerto de Natalia, mujer bella y dueña de empresas con desarrollos de alcance internacional que la hacen una de las personas más acaudaladas del país.

Esta casa huerto, que según la historia está ubicada en el entonces distrito veraniego de Chorrillos, distrito litoral al sur de Lima, es una de las propiedades más apreciadas de Natalia y es allí donde decide tener cautivo de su familia -pues se lo llevó de su casa- a Carlitos y volcarle toda su pasión, pues considera que los varones de la edad de ella no saben amarla como se debe. Así sus días y noches transcurrirán pasiblemente entre caricias y jadeos lejos de los ojos y oídos de los demás. La amplia residencia cuenta con un amplio bosque y una enorme piscina en la que Natalia consuma su abusivo afán.

Carlitos Alegre, que no tiene idea exacta de la dimensión ilícita de la relación en la que lo han metido, se abandona a Natalia y se refiere al lugar que los acoge como “el huerto de mi amada”.

El resto de la historia transcurre entre la angustia de Natalia de saber que es posible que con el paso de los años Carlitos ponga sus ojos en chicas jóvenes ya que ella se convertirá en una mujer vieja; y las correrías de este con amigos y amigas de su edad, que van llenando su existencia de ciertas experiencias que Natalia se apura en manipular y controlar.

Finalmente, la pareja abandona la casa huerto, el país y se van a vivir a Francia, lugar en que Carlitos se hace mayor de edad y Natalia, so pretexto que Carlitos ya no le presta el interés que antes le brindaba, vuelve a la búsqueda de amantes jóvenes, porque Carlitos ha alcanzado la edad suficiente para no satisfacerla, desaciendose finalmente de él, cumpliéndose así el principio básico del dicho “llevar al huerto”.

Con esta novela, Alfredo Bryce ganó el Premio Planeta 2002
 “El Huerto de mi Amada” puede ser considerada como parte de una trilogía junto con
 “Un Mundo para Julius” y “No me esperen en abril”
Referencias:

(1) En una entrevista que le fuera hecha el día 15 de abril de 1936 -publicada el día 25- (a pocas semanas de su fallecimiento) por Juan Francisco Castillo para el número 81 del semanario Cascabel, ante la pregunta si sus canciones tenían una “influencia argentina”, Felipe Pinglo lo negó diciendo que se sentía “musicalmente peruano por los cuatro costados” (recogido de post publicado en Facebook, Darío Mejía, 25/04/2018, gracias a una referencia obtenida del blog “nemovalse blog interrogantes sobre el Vals(e) Criollo Peruano”: https://nemovalse.wordpress.com/.).

Del mencionado post de Facebook también he podido recoger información que, entre otros, el vals “El Huerto de mi Amada” fue vetado (prohibida su difusión) en el gobierno de Oscar R. Benavides, el año 1939, argumentándose una supuesta filiación del compositor cuando estaba vivo al partido aprista, proscrito en aquella década.

(2) Texto de la canción recogido del trabajo de Investigación: "DE VUELTA AL BARRIO Historia de la vida de Felipe Pinglo Alva": LEYVA ARROYO, Carlos Alberto, II Convocatoria Nacional <<José María Arguedas>>  Avances de Investigación. Biblioteca Nacional del Perú, año 1999. Utilizado como consulta básica para este post.

(3) Conforme lo señalado por Rodrigo Alonso Sarmiento Herencia en su trabajo: "FELIPE PINGLO Y LA CANCIÓN CRIOLLA: ESTUDIO ESTILÍSTICO DE LA OBRA DEL BARDO INMORTAL", 2017, Felipe Pinglo tuvo una familia ligada a la noble profesión del magisterio, por lo que el ambiente familiar motivó en él el gusto por la lectura. Este mismo autor califica a la canción "El Huerto de Mi Amada" junto a otras: "Amelia", "Aldeana", "Celos", "Horas de Amos" como un tema influenciado por la poesía modernista muy inclinada a evocar escenarios naturales, de ensueño (todas estas tiene como escenario la imagen de un jardín).

(4) Omar Isaac Rojas Mejía y Jorge Aurelio de Souza Pacheco: "La Imagen de Felipe Pinglo en la Historiografía del Criollismo Musical Peruano", 2018. 

MAX MARRUFFO S.


Lima, 27 de octubre de 2021