Advertencia:
El contenido de los versos de Aullido y
otros poemas que aquí se transcriben pueden herir los sentimientos del
lector por lo que se recomienda discreción.
“Levántense los bordes del vestido, señoras, porque
vamos a cruzar el infierno”
- William Carlos Williams en el
prólogo del libro “Aullido y otros poemas”
-
A mediados
del siglo pasado, ante el nuevo orden establecido tras la finalización de la
Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos de Norteamérica
emergió como la nación más poderosa en lo económico y militar. Esta situación
permitió a muchos borrar de sus mentes el triste recuerdo de la depresión
económica de los años 30. Pronto las cifras generaron en su sociedad la idea de
ser la sociedad de la abundancia. A diferencia de lo que ocurría en Europa, la tasa de
desempleo se redujo notoriamente. La industria bélica había dado un giro hacia
una producción de bienes de consumo en exceso. La población de las grandes
ciudades se desplazó a zonas residenciales suburbanas puesto que se desarrolló
programas de vivienda familiar a bajo costo que contaban con aéreas verdes y estaban
completamente equipadas. En cada hogar había como mínimo un refrigerador, un
televisor y un auto. Ni más ni menos había surgido el american way of life
(modo de vida americano).
Sin embargo,
y a pesar de la enorme campaña propagandística que proclamaba el triunfo del
capitalismo, el país del norte no había solucionado una serie de conflictos
internos como la discriminación racial y la marginación de otros grupos
sociales tales como los trabajadores del campo y los inmigrantes, que juntos conformaban
bolsas de pobreza y a los que no se
les permitía integrarse al sueño americano, lo que ponía en duda ser la tierra de las libertades u
oportunidades (sí, ayer
como hoy, la pobreza existió y existe en la casa del Tío Sam).
Cuando el
sistema norteamericano se encontraba empeñado en ocultar bajo la alfombra este
y otros problemas, vendiéndole a su propia gente y al resto del planeta la idea
de haber alcanzado la felicidad, surge un grupo de intelectuales que pone en
evidencia todo lo que “América” no quería
ver u ocultaba en las películas de Hollywood
o en las series de televisión, este grupo conformado en su mayoría por jóvenes
escritores y poetas vino a ser conocido como la “Generación Beat”, que tuvo
como a su artífice al poeta Allen Ginsberg y como piedra fundacional su poema “Aullido”.
Dicho poema
se inicia con un verso mordaz, tronador, arrollador:
“Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por la locura,
hambrientas histéricas desnudas,
arrastrándose por las calles de los negros al
amanecer en busca de un colérico pinchazo”
Allen Ginsberg |
Irwin Allen Ginsberg, nacido en el seno de una
familia judía en Paterson, estado de Nueva Jersey (U.S.) el 3 de junio de 1926,
fue un poeta antimilitarista, pacifista y contrario, a su vez, a la
masificación de la sociedad a través del consumo y la manipulación de los
medios de comunicación; enemigo de la represión sexual; budista practicante y estudioso
de disciplinas orientales; hombre de izquierda.
Su vocación literaria proviene de parte de su padre
Louis Ginsberg, quien también era poeta y a la vez profesor de escuela. Su
madre, Naomi Livergant, lo introdujo en el pensamiento comunista llevándolo de
muy pequeño a él y a su hermano a los mítines que el partido realizaba en su
ciudad natal. Naomi con el tiempo padecería de un tipo de anomalía psíquica que
nunca se determinó concretamente, hecho que marcaría a Allen de por vida y de alguna manera influiría también en su arte, como
ocurrió en el poemario -además de otros- Aullido.
“los
fétidos salones del Pilgrim State Rockland y Greystones, discutiendo con los
ecos del alma, balanceándose y rodando en la banca de la soledad de medianoche
reinos dolmen del amor, sueño de la vida una pesadilla, cuerpos convertidos en
piedra tan pesada como la luna.
Con la
madre finalmente ******, y el último fantástico libro arrojado por la ventana
de la habitación, y la última puerta cerrada a las 4 AM. y el último teléfono
golpeado contra el muro en protesta y el último cuarto amoblado vaciado hasta
la última pieza de mueblería mental, un papel amarillo se irguió torcido en un
colgador de alambre en el closet, e incluso eso imaginario, nada sino un
esperanzado poco de alucinación” (1).
En términos generales, la vida de niño y adolescente
de Allen Ginsberg no fue de una
felicidad excelsa sino más bien triste y económicamente precaria.
Los beat: de izquierda a derecha, Chase, Kerouac, Ginsberg, Burroughs |
Ingresó a la Universidad de Columbia, lugar donde
haría sus primeros contactos con otros miembros de la futura “Generación
Beat”: Jack Kerouac, William S. Burroughs, Lucien Carr, Hal Chase, entre otros. A partir de
esta asociación tubo muy en claro el hecho que el sistema de su país, engulle a su juventud haciéndola adicta al
consumismo y al conformismo materialista, genera competiciones artificiosas
encumbrando el ideal del “éxito material”,
imponiendo un modelo del joven americano pulcro, religioso y libre de todo
vicio o decadencia, modelo que él no estaba dispuesto a seguir.
Su actitud y posición anti-sistema le valió la expulsión de Columbia.
“que fueron expulsados de las academias por
locos y por publicar odas obscenas en
las ventanas de la calavera,” (2).
Neal Cassady (1926 - 1968) |
“que
salieron de putas por Colorado en miríadas de autos robados por una noche,
N.C., héroe secreto de estos poemas, follador y Adonis de Denver - regocijémonos
con el recuerdo de sus innumerables jodiendas de muchachas en solares vacíos y
patios traseros de restaurantes, en desvencijados asientos de cines, en cimas
de montañas en cuevas o con demacradas camareras en familiares solitarios
levantamientos de enaguas y especialmente secretos solipsismos en baños de
gasolineras y también en callejones de la ciudad natal,” (4).
Otro aspecto de su vida que siempre hizo público y que
lo mantuvo en la marginalidad fue su condición de homosexual; aunque en su
juventud compartió lecho con algunas mujeres. Su pareja sentimental más
duradera fue el poeta Peter Orlovsky con quien se mudó
a la ciudad de San Francisco a mediados de los 50’s y luego recorrió diversas
partes del mundo (5).
No obstante el afán de su madre en hacerlo participar
de las actividades del Partido Comunista en los Estados Unidos, Ginsberg aclaró que él practicaba un comunismo a su manera, que no creía en
la captura del poder a través de la violencia armada, que jamás se inscribió a
partido comunista alguno, es más, le molestó que su amigo Jack Kerouac le pusiera el mote de Carlos Marx en su novela “En
el Camino”.
Instalado del todo en la Costa Oeste de los Estados
Unidos, Ginsberg inspiró a los Beatnicks, luego a los proto-hippies
y por último al movimiento Hippie de
los 60’s. Tuvo una participación muy activa en las protestas contra la guerra
de Vietnam. Se erigió como Gurú del Verano
del Amor y en sus inicios, junto a otros santones hippies (Leary, Kesey),
pontificó a favor de las drogas alucinógenas.
Ginsberg desde muy pequeño era un aficionado a la lectura y la
poesía, lo que desarrolló en él un carácter crítico que le permitió, a inicios
de la década del 40 -cuando era aún adolescente-, redactar algunos artículos
sobre temas de la realidad social de su país para algunos diarios importantes
de Nueva York. Su pasión por la poesía era mayor aunque no decidió dedicar su
vida por completo a ella hasta que se lo recomendó su psiquiatra.
Jack Kerouac (1922 - 1969) |
Y así fue como se dio a la tarea de escribir Aullido.
La crítica ha señalado que Aullido representaba no
un lamento sino un grito de rabia, de desesperación y derrota de una generación
de jóvenes que no se afiliaban al sistema,
que no comulgaban con sus postulados de éxito, bonanza, conformismo y
consumismo; con sus prácticas represivas y opresivas; con su falsa moral.
Generación que fue postrada, marginada y olvidada por la cultura oficial.
En la contraportada del poemario editado por Anagrama
(Panorama de narrativas, Tercera Edición 2011, Barcelona) se expresa:
“Aullido es un largo poema, entre épico e
imprecatorio, que pasa revista a las injusticias y carencias de una sociedad
acomodada y egoísta como la norteamericana de la posguerra mundial y protesta
dolorida y airadamente contra los horrores individuales que sufren quienes no
pueden o no quieren competir por la ficción de una felicidad proclamada
oficialmente. Aullido alza una voz distinta que zarandeó las conciencias y que
consiguió hacerse oír”.
En el prólogo del poemario, William Carlos Williams, señala que el poema:
“Es un aullido de derrota. Aunque, en realidad,
no se trata de una derrota, pues [Ginsberg] ha pasado por esa experiencia igual que si
fuera algo corriente, trivial. En esta vida todos sufrimos derrotas, pero un
hombre, si lo es de verdad, nunca se siente derrotado.
Es Allen Ginsberg, el poeta, quien ha padecido
en su propia carne las horripilantes experiencias de la vida que describe en
estas páginas. Lo más maravilloso de todo no es que haya sobrevivido, sino que
en las profundidades del abismo haya encontrado a un compañero al que amar, un
amor que celebra en estos poemas de un modo claro y directo. Pensemos lo que
pensemos, nos demuestra que, aunque pasemos por las experiencias más
degradantes que la vida pueda deparar a un hombre, el espíritu del amor sobrevive
para ennoblecer nuestras vidas si tenemos buen humor, valor y fe -¡arte!- para
persistir.
Es la fe en el arte de la poesía lo que ha
acompañado a este hombre en su Gólgota, mientras experimentaba padecimientos
similares en todos los aspectos a los que sufrieron los judíos durante la
Segunda Guerra Mundial. Pero él los experimentó en nuestro propio país, sin
salir de esa tierra en la que tan a gusto nos encontramos. Somos ciegos, y
nuestras vidas transcurren en la ceguera. Los poetas están malditos, pero no
están ciegos: ven con los ojos de los ángeles. Este poema ve en todas partes, a
su alrededor, los horrores de los que nos hace participar hasta en los más
mínimos detalles con su poema…”.
La crudeza del lenguaje con el que está escrito Aullido,
muy propia de los poetas y escritores beat, ganaría para Ginsberg y compañía el apodo de “malditos”.
Abundan expresiones como coño, verga,
follar, culo, mamar; versos como:
“que
follaron en la mañana en las tardes en rosales y en el pasto de parques
públicos y cementerios repartiendo su semen libremente a quien quisiera venir”.
…
“que endulzaron
los coños de un millón de muchachas estremeciéndose en el crepúsculo, y tenían
los ojos rojos en las mañanas pero estaban preparados para endulzar el coño del
amanecer, resplandecientes nalgas bajo graneros y desnudos lagos”.
Este aspecto traería al editor enormes problemas que
serían los que acrecentarían la fama del poema y posteriormente del libro.
De izquierda a derecha: Carl Solomon, Patti Smith, Ginsberg y William S. Burroughs |
“¡Carl Solomon! Estoy contigo en
Rockland
donde estás más loco de lo que yo estoy
Estoy contigo en Rockland
donde te debes sentir muy extraño
Estoy contigo en Rockland
donde imitas la sombra de mi madre”
Ginsberg conoció
a Solomon en un hospital
psiquiátrico de Nueva York donde se encontraba auto recluido (6), mientras que Ginsberg había llegado allí para expiar
ciertos delitos de poca monta en lugar de cumplir condena en la cárcel.
Lawrance Ferlinghetti frente a su librería City Ligths |
Williams Carlos Williams ( 1883 - 1963) |
“que se
encadenaron a los subterráneos para el interminable viaje desde Battery al
santo Bronx en benzedrina hasta que el ruido de ruedas y niños los hizo caer
temblando con la boca desvencijada y golpeados yermos de cerebro completamente
drenados de brillo bajo la lúgubre luz del zoológico,
que se
hundieron toda la noche en la submarina luz de Bickford salían flotando y se
sentaban a lo largo de tardes de cerveza desvanecida en el desolado Fugazzi´s,
escuchando el crujir del Apocalipsis en el jukebox de hidrógeno,
que
hablaron sin parar por sesenta horas del parque al departamento al bar de a
Bellevue al museo al puente de Brooklyn”.
El poema Aullido
se divide en tres partes y una denominada nota
al pié.
La primera (denominada por Ginsberg: Lamento para los corderos que están en
América, en especial para corderos jóvenes) contiene el mítico
verso:
“Vi las mejores mentes de mi generación destruidas por
la locura, hambrientas histéricas desnudas,
arrastrándose por las calles de los negros al amanecer
en busca de un colérico pinchazo,
hipsters con cabezas de ángel ardiendo por la antigua
conexión celestial con la estrellada dínamo de la maquinaria nocturna,
que pobres y harapientos y ojerosos
y drogados pasaron la noche fumando en la oscuridad sobrenatural de
apartamentos de agua fría, flotando sobre las cimas de las ciudades
contemplando jazz…”
Es una retahíla de sus experiencias personales, la de sus amigos y otros
personajes de la calle a los que pudo conocer, a los que considera víctimas
como él, del sistema.
La segunda parte (denominada El monstruo de la conciencia mental que
aturde y atrapa al cordero), es una referencia a la civilización
industrializada a la que da el nombre de Moloch,
ídolo bíblico ante quien se sacrificaban niños (en el poema esos niños son los
jóvenes inconformistas, marginados). Moloch
es el sistema.
Muchas de las imágenes que contiene esta segunda parte de Aullido
han sido inspiradas de la película Metropolis
de Fritz Lang (año 1927).
Ginsberg señaló que el
poema fue escrito cuando se encontraba bajo la influencia del peyote, droga con efectos alucinógenos
procedente de México, obtenida del cactus
Lophophora Williams.
“¿Qué esfinge de cemento y aluminio abrió sus cráneos
y devoró sus cerebros y su imaginación?
¡Moloch! ¡Soledad! ¡Inmundicia! ¡Ceniceros y dólares
inalcanzables! ¡Niños gritando bajo las escaleras! ¡Muchachos sollozando en
ejércitos! ¡Ancianos llorando en los parques!
¡Moloch! ¡Moloch! ¡Pesadilla de Moloch! ¡Moloch el sin
amor! ¡Moloch mental! ¡Moloch el pesado juez de los hombres!
¡Moloch la prisión incomprensible! ¡Moloch la
desalmada cárcel de tibias cruzadas y congreso de tristeza! ¡Moloch cuyos
edificios son juicio! ¡Moloch la vasta piedra de la guerra! ¡Moloch los
pasmados gobiernos!
¡Moloch cuya mente es maquinaria pura! ¡Moloch cuya
sangre es un torrente de dinero! ¡Moloch cuyos dedos son diez ejércitos!
¡Moloch cuyo pecho es una dínamo caníbal! ¡Moloch cuya oreja es una tumba
humeante!
¡Moloch cuyos ojos con mil ventanas
ciegas! ¡Moloch cuyos rascacielos se yerguen en las largas calles como
inacabables Jehovás! ¡Moloch cuyas fábricas sueñan y croan en la niebla!
¡Moloch cuyas chimeneas y antenas coronan las ciudades!”…
La Nota
al pie de página para aullido es una
variante de la segunda parte con sonoridad de mantra en la que se repite
extáticamente la palabra ¡Santo!
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo! ¡Santo!
¡El mundo es santo! ¡El alma es santa! ¡La piel es
santa! ¡La nariz es santa! ¡La lengua y la verga y la mano y el agujero del
culo son santos!
¡Todo es santo! ¡todos son santos! ¡todos los lugares
son santos! ¡todo día está en la eternidad! ¡Todo hombre es un ángel!
¡El vago es tan santo como el serafín! ¡el demente es
tan santo como tú mi alma eres santa!
¡La máquina de escribir es santa el poema es santo la
voz es santa los oyentes son santos el éxtasis es santo!
¡Santo Peter santo Allen santo
Solomon santo Lucien santo Kerouac santo Huncke santo Burroughs santo Cassady
santos los desconocidos locos y sufrientes mendigos santos los horribles
ángeles humanos!...
Aullido fue leído por primera vez
en público el 7 de octubre de 1955,
un año antes de ser publicado por la librería City Lights.
Ginsberg había sido invitado por el propietario de la Six Gallery, Wally Hedrick, a que organizara un recital con la participación de otros
escritores y poetas. Para ese entonces tenía terminada la primera parte y su
lectura fue la más aclamada por el público asistente. A partir de ese momento Aullido ganó fama en el mundillo
intelectual under y fue conociéndose de mano en mano a través de
impresiones de algunos ejemplares en mimeógrafo.
Jack Kerouac describió este acontecimiento como parte de su novela "Los Vagabundos del Dharma" (1958), de esta manera:
"Y fue una noche tremenda, una noche histórica en muchos sentidos. Japhy y algunos otros poetas (él también escribía poesía y traducía al inglés poemas chinos y japoneses) había organizado una lectura de poemas en la Galería Seis, en el centro de la ciudad. Se habían citado en el bar y se estaban poniendo a tono. Pero mientras los veía por allí de pié o sentados, comprendí que Japhy era el único que no tenía aspecto de poeta, aunque de hecho lo fuera. Los otros poetas eran tíos pasados con gafas de concha y pelo negro alborotado como Alvah Goldbook*, o pálidos y delicados poetas como Ike O'Shay (vestido de traje), o italianos renacentistas de aspecto amable y fuera de este mundo como Francis Dapavia (que parecía un cura joven), o liantes anarquistas de pelo alborotado y chalina como Rheinhold Cacoethes, o tipos de gafas y tamaño enorme, tranquilos y callados, como Warren Coughlin. Y todos los demás prometedores poetas estaban también sentados por allí, vestidos de modos distintos, con chaquetas de pana de gastados codos, zapatos estropeados, libros asomándoles por los bolsillos...
En cualquier caso seguí al grupo de poetas aulladores a la lectura de la Galería Seis de aquella noche, que fue, entre otras cosas importantes, la noche del comienzo del Renacimiento Poético de San Francisco. Estaban allí todos. Fue una noche enloquecida. Y yo fui el que puso las cosas a tono cuando hice una colecta a base de monedas de diez y veinticinco centavos entre el envarado auditorio que estaba de pie en la galería y volví con tres garrafas de borgoña californiano de cuatro litros cada una y todos se animaron, así que hacia las once, cuando Alvah Goldbook leía, o mejor, gemía su poema <<¡Aullido!>>, borracho con los brazos extendidos, todo el mundo gritaba: <<¡Sigue! ¡Sigue! ¡Sigue!>> (como en una sesión de jazz) y el viejo Rheinhold Cacoethes, el padre del mundillo poético de Frisco, lloraba de felicidad...
Mientras tanto, montones de personas seguían de pie en la galería a oscuras esforzándose por no perder palabra de la asombrosa lectura poética mientras yo iba de grupo en grupo invitándoles a que echaran un trago o volvía al estrado y me sentaba en la parte derecha soltando gritos de aprobación y hasta frases enteras comentando algo sin que nadie me invitara a ello, pero también sin que molestaran a nadie en medio de la alegría general. Fue una gran noche..."
-Los Vagabundos del Dharma: Jack Kerouac. Editorial Anagrama, "Compactos", novena edición 2012. Traducción Mariano Antolín Rato (1996). Barcelona, España-.
(*En este relato, Kerouac cambia los nombres de sus personajes por otros ficticios. Japhy Ryder, es Gary Snyder; Alvah Goldbook, es Allen Ginsberg; Rheinhold Cacoethes, es Lawrence Ferlinghetti; Warren Coughlin, es William S. Burroughs.)
Jack Kerouac describió este acontecimiento como parte de su novela "Los Vagabundos del Dharma" (1958), de esta manera:
"Y fue una noche tremenda, una noche histórica en muchos sentidos. Japhy y algunos otros poetas (él también escribía poesía y traducía al inglés poemas chinos y japoneses) había organizado una lectura de poemas en la Galería Seis, en el centro de la ciudad. Se habían citado en el bar y se estaban poniendo a tono. Pero mientras los veía por allí de pié o sentados, comprendí que Japhy era el único que no tenía aspecto de poeta, aunque de hecho lo fuera. Los otros poetas eran tíos pasados con gafas de concha y pelo negro alborotado como Alvah Goldbook*, o pálidos y delicados poetas como Ike O'Shay (vestido de traje), o italianos renacentistas de aspecto amable y fuera de este mundo como Francis Dapavia (que parecía un cura joven), o liantes anarquistas de pelo alborotado y chalina como Rheinhold Cacoethes, o tipos de gafas y tamaño enorme, tranquilos y callados, como Warren Coughlin. Y todos los demás prometedores poetas estaban también sentados por allí, vestidos de modos distintos, con chaquetas de pana de gastados codos, zapatos estropeados, libros asomándoles por los bolsillos...
En cualquier caso seguí al grupo de poetas aulladores a la lectura de la Galería Seis de aquella noche, que fue, entre otras cosas importantes, la noche del comienzo del Renacimiento Poético de San Francisco. Estaban allí todos. Fue una noche enloquecida. Y yo fui el que puso las cosas a tono cuando hice una colecta a base de monedas de diez y veinticinco centavos entre el envarado auditorio que estaba de pie en la galería y volví con tres garrafas de borgoña californiano de cuatro litros cada una y todos se animaron, así que hacia las once, cuando Alvah Goldbook leía, o mejor, gemía su poema <<¡Aullido!>>, borracho con los brazos extendidos, todo el mundo gritaba: <<¡Sigue! ¡Sigue! ¡Sigue!>> (como en una sesión de jazz) y el viejo Rheinhold Cacoethes, el padre del mundillo poético de Frisco, lloraba de felicidad...
Mientras tanto, montones de personas seguían de pie en la galería a oscuras esforzándose por no perder palabra de la asombrosa lectura poética mientras yo iba de grupo en grupo invitándoles a que echaran un trago o volvía al estrado y me sentaba en la parte derecha soltando gritos de aprobación y hasta frases enteras comentando algo sin que nadie me invitara a ello, pero también sin que molestaran a nadie en medio de la alegría general. Fue una gran noche..."
-Los Vagabundos del Dharma: Jack Kerouac. Editorial Anagrama, "Compactos", novena edición 2012. Traducción Mariano Antolín Rato (1996). Barcelona, España-.
(*En este relato, Kerouac cambia los nombres de sus personajes por otros ficticios. Japhy Ryder, es Gary Snyder; Alvah Goldbook, es Allen Ginsberg; Rheinhold Cacoethes, es Lawrence Ferlinghetti; Warren Coughlin, es William S. Burroughs.)
Tapa original de Aullido |
Lawrence Ferlinghetti, otro connotado miembro de los beat, decidió publicarlo como parte de la colección
Pocket Poet Series que
editaba a través de su librería City Ligths, decisión que tomó no sin
ser consciente de los riesgos.
Para la
publicación, Ginsberg le alcanzó a Ferlinghetti las partes complementarias de Aullido y otros poemas que había escrito en el
período que va de 1953 a 1956, con los cuales el cuarto volumen de la Pocket
Poet Series llevaría el nombre de “Aullido
y otros poemas”.
Pese a
haber obtenido una crítica favorable en importantes revistas de los Estados
Unidos, la publicación del poemario -en octubre del año 1956- desató una ola de indignación en las esferas conservadoras de
la cultura “oficial” norteamericana. Por sus referencias al consumo de drogas,
la promiscuidad sexual, la vida al margen de las normas sociales comúnmente admitidas,
pronto fue calificado de material obsceno. Lawrence Ferlinghetti y Shig Murao, administrador de la City
Ligths, fueron detenidos -en 1957- por la policía quien, además, confiscó
lotes de ejemplares puestos en venta en la misma librería y otro tanto que iban
a ser enviados a Europa.
Con apoyo
de organizaciones a favor de los derechos civiles, Allen Ginsberg y Lawrence
Ferlinghetti ganaron el proceso
judicial que se instauró ante los tribunales de California en 1957. Sin querer, el establishment
le había dado al poema, a su autor y los beat
una ventana para publicitarse (9).
Hasta el
día de hoy, la difusión del poema Aullido
no se encuentra exenta de
problemas con la censura.
Contenido
de Aullido y otros poemas:
Aullido,
partes I, II, III
Nota a pie
de página para Aullido
Un
supermercado en California
Transcripción
de música de órgano
Sutra de
girasol
América
En la sala
de equipajes en Greyhound
Salmo III
Un asfódelo
El automóvil
verde
Canción
Huérfano
Salvaje
En el
reverso de lo real
- Libro Aullido (Aullido y otros
poemas): Allen Ginsberg. Anagrama Panorama de narrativas. Traducción de
Rodrigo Olavarría. Editorial Anagrama. Tercera edición: octubre 2011. Barcelona
- España. De venta en Ibero Librerías.
Av. Comandante Espinar 840, Miraflores, Lima, Perú.
Referencias:
(1) Greystones
sería uno de los tantos hospitales de salud mental en los que sería internada
Naomi, madre de Ginsberg.
En el poema, ******, tiene un propósito elíptico, puesto que a la
publicación del libro, Ginsberg dejó
de mencionar la palabra “mierda” en
aquel lugar.
(2) “who were
expelled from the academies for crazy & publishing obscene odes on the windows
of the skull”.
Cuenta la historia que Ginsberg vivía enojado en su dormitorio
de la universidad porque el servicio de mantenimiento no limpiaba sus ventanas,
lo que él consideraba un ataque personal por su condición de judío. Como
protesta airada escribió, pasando su dedo en el polvo acumulado: fuck the jews dibujando un símbolo nazi,
además de hacer referencia que al Rector de Columbia carecía de testículos.
(3) La novela “En el Camino” (“On the Road”), año 1957, de Jack
Kerouac es la obra que celebra la existencia y correrías de Neal Cassady, representado en el
personaje de Dean Moriarty. Cassady
aparecería como personaje en otros libros de Kerouac con otros nombres, al igual que sucediera en las novelas de
otros autores Beat.
En la Primera Parte, Capítulo I, de “En
el Camino”, Kerouac recrea el
momento en que Cassady y Ginsberg se conocen en la ciudad de
Nueva York.
El personaje que representa
a Ginsberg tomó el nombre de Carlo
Marx.
(4)
Este verso es una referencia a la novela “En
el Camino” de Jack Kerouac. Neal Cassady tenía fama de ser
sexualmente insaciable y una reputación de hábil ladrón de autos y diestro
conductor. La novela de Kerouac como
la referencia en el poema “Aullido” ensalzan estas “virtudes”.
El canto “El
Automovil Verde” (1953), está
completamente dedicado a Neal Cassady,
es más, lo menciona por su nombre:
“Neal, ahora seremos héroes
reales
en una guerra entre nuestras vergas y el tiempo:
seamos los ángeles del deseo mundial
y
llevémonos el mundo a la cama antes de morir”
(5) En el poema “América” (1956), que forma parte
del poemario publicado con el nombre de “Aullido”, Ginsberg dice:
“América ¿es esto verdad?
Mejor me pongo a trabajar
inmediatamente.
Es verdad no quiero unirme
al ejército o girar tornos en fábricas
de
piezas de precisión, en todo caso soy miope y psicópata.
América estoy acercando mi hombro maricón a la rueda”.
(6) Carl Solomon
fue seguidor del movimiento surrealista y del dadaísmo, movimiento vanguardista
literario y artístico surgido durante la Primera Guerra Mundial. Da Da,
significa una negación de lo que el arte representa, destacando lo absurdo e
irracional.
Por ello, la auto reclusión
de Solomon en un hospital psiquiátrico (que en realidad no se llamaba Rockland sino Columbia Presbyterian Psychological
Institute) era un
contrasentido a sus convicciones.
Solomon formó parte de un hecho que es recogido en la
primera parte de Aullido, y del que
inicialmente formaba parte Estoy contigo
en Rockland.
Solomon y un grupo de estudiantes del City College de
Nueva York, la emprendieron contra un grupo de profesores que se encontraban en
un acto público, arrojándoles bolas de puré de papas como una suerte de
protesta.
“que tiraron ensalada de papas a
los lectores de la CCNY sobre dadaísmo y subsiguientemente se presentan en los
escalones de granito del manicomio con las cabezas afeitadas y un arlequinesco
discurso de suicidio, exigiendo una lobotomía al instante,
y recibieron a cambio el concreto
vacío de la insulina Metrazol electricidad hidroterapia psicoterapia terapia
ocupacional ping pong y amnesia,
que en una prosa sin humos
volcaron sólo una simbólica mesa de ping pong, descansando brevemente en
catatonia”.
(7) Coordinación o yuxtaposición de oraciones o frases
aparentemente sin coordinación.
(8) Figura utilizada en la retórica que consiste en la
repetición de una o más palabras al inicio de cada línea o verso.
(9) Otra obra beat que tuvo que hacer frente a la
censura fue el libro de William S.
Burroughs: Yonqui. El propio Ginsberg,
fungiendo de agente literario, se dio a la tarea de buscar una editorial que
quiera publicarlo, siendo rechazado incluso por gente a la que conoció en el
hospital psiquiátrico en que estuvo confinado. Finalmente, Carl Solomon, otro compañero del sanatorio, le ofreció la
posibilidad de mediar ante su tío, A. A.
Win, dueño de Ace Books. Esta editorial publicó el libro en 1953 no sin antes
haberle exigido a Burroughs efectúe ciertas
modificaciones que deje contento a la Oficina
de Narcóticos y la Comisión Federal
de Comunicaciones de los Estados Unidos. Yonqui cuenta la historia
de un adicto a la morfina y otras drogas.
- La Librería City Ligths se encuentra ubicada en
la intersección de Gran Street con la Columbus Avenue de la ciudad de San
Francisco - California. Fue fundada por Lawrence
Ferlinghetti en 1953. Era el
lugar de reunión de los miembros de la Beat Generation y donde se puede
encontrar la obra completa de este colectivo.
- El libro Aullido (Howl) con su tapa original,
aparece en una toma de la película The Trip, año 1968, dirigida por Roger
Corman, con la actuación de Peter
Fonda.
- El año 2010,
fue estrenada la película Aullido, dirigida por Jeffrey
Friedman con la actuación de James Franco, que cuenta la vida de Ginsberg, la creación de Aullido y los problemas surgidos en relación con la publicación del
poemario.
- Para este año está programado el estreno de una
nueva película sobre Allen Ginsberg,
encarnado por Daniel Radcliffe,
el célebre Harry Potter. El
nombre de la película es Kill Your
Darlings, que narra la historia
de un crimen pasional donde estuvo involucrado no solo Ginsberg sino
también Jack Kerouac y William
S. Burroughs.
- La obra de Allen Ginsberg y la de los demás
miembros de la generación beat influenciaron a los músicos de
la era dorada del Rock & Roll de
la década de los 60’s que tomaron a
dicho sonido como auténtico medio de expresión de ideas y puntos de vista; no
así a los pioneros de los años 50’s que en su mayoría estaban más empeñados en
su propia imagen y pose.
- Allen Ginsberg
falleció en la ciudad de Nueva York el 5
de abril de 1997.
Las contradicciones entre la propaganda oficial y la realidad: "No hay nada como el estilo americano" |
Aullido, recitado por Allen Ginsberg (Chicago 1959)
Soundtrack:Bird Paradise: Charlie Parker
Cosmic Rays: Charlie Parker
Pick Up Sticks: The Dave Brubeck Quartet
Love for sale: Oscar Peterson
Relaxin at Camarillo: Charlie Parker's News All Stras
Este post fue reeditado el 19 - 02 - 2014.
MAX MARRUFFO S.
Este artículo es genial, gracias por estar tan bien documentado, ¡¡se agradece mucho!!
ResponderEliminarGracias a ti Grehi, por tomarte unos minutos para leerlo.
ResponderEliminarMuy interesante. Gracias de corazón
ResponderEliminarGracias a ti por la visita y sobre todo por tomarte tu tiempo para leer el artículo.
EliminarMe encanta el Blog, caí muy causalmente, gracias, un gusto!
ResponderEliminarGracias Claude (que bonito nombre), espero nos visites nuevamente.
EliminarSe ofrece un amplio panorama de la obra. Gracias por compartir tus indagaciones
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