viernes, 13 de septiembre de 2013

¡VIENEN LOS INGLESES! LA INVASIÓN MUSICAL BRITÁNICA

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Esta vez, no se trata de buques de la imperial armada británica trayendo legajos de papel sellado como cuando la corona, a manera de impuesto soterrado, quiso imponérselos a los colonos de las nuevas tierras en 1770. Tampoco se trata de naves repletas con tropas al mando de los hermanos Howe dispuestas a restaurar el orden entre aquellos súbditos que, por el hecho de encontrarse a miles de kilómetros de la metrópoli, tuvieron el descaro de ofender al rey y pasar por encima de sus disposiciones tirando remesas de Té al mar.

En esta oportunidad no va a ser necesario que un artesano platero recorra largos tramos aferrado a su caballo dando aviso a los habitantes de la llegada y movimientos de los invasores, porque es pleno siglo XX y los ingleses han retornado para imponer un nuevo dominio que no encontrará resistencia alguna, sino una sumisa entrega con mensajes de amor incondicional burdamente escritos sobre maltrechas cartulinas, mientras que George Washington será llevado a las islas en fajos de miles de dólares gustosamente pagados por empresarios locales.

Se trata de una nueva invasión pero en el ámbito de la música popular que cambiará la historia del rock’n’roll y que pasará a ser conocida como “La invasión musical británica” que no fue sino el presagio de un hecho más trascendental que explosionó en 1967.

La voz de alerta de lo que estaba por venir se dio la noche del domingo 9 de febrero de 1964, cuando cuatro chicos procedentes de una ciudad portuaria del extremo norte de Inglaterra, se presentaron en uno de los programas de televisión más importantes de los Estados Unidos, paralizando casi por completo sus ciudades principales, en especial la ciudad de Nueva York. Esos chicos se hacían llamar The Beatles.

Beatles y Ed Sullivan
Cuando semanas más tarde, cinco de sus canciones ocuparon los cinco primeros lugares del ranking de la revista Billboard, los estadounidenses cayeron cautivos de la misma pandemia que venía azotando a los británicos desde un par de años atrás y que la prensa había bautizado como la “Beatlemanía”, fenómeno que luego daría pié a la llegada de otras bandas inglesas al nuevo continente.

Los músicos nativos no podían creerlo. Estaban siendo desplazados por foráneos que tocaban una nueva y genial sonoridad sobre la base de la música que ellos habían inventado y que en algunos casos, como en el blues, había sido, sino ignorada, despreciada por motivos extra musicales. Para los músicos afroestadounidenses la invasión representó una muestra de reconocimiento y respeto a su obra.

Los primeros años de la década de los 60’s se presentaba complicados para la sociedad estadounidense, pues hasta ese entonces no se había tomado una acción decidida para poner fin al tema de la discriminación racial, enfrentando a los sectores ultraconservadores blancos que boicoteaban todo intento -por parte del gobierno federal- para aprobar y aplicar de manera efectiva leyes que garanticen un respeto y trato digno a todos sus ciudadanos. Incluso la música popular no se salvaría de las acciones represivas que aquella minoría blanca emprendió para evitar lo que según ellos era una decidida ofensiva antinorteamericana.

En el ámbito de la política internacional la cosa no era menos problemática. Los Estados Unidos había entrado al campo de la carrera armamentista en el marco de la Guerra Fría y eso los hacía paradójicamente más vulnerables dentro de sus propias fronteras. Una muestra de ello fue la crisis de los misiles  de octubre de 1962. En lo que respecta a la política interna, la esperanza de un cambio hacia una sociedad más justa y humana se vio frustrada violentamente cuando un par de disparos, aparentemente provenientes de un almacén de libros ubicado en una esquina de la ciudad de Dallas - Texas, dieron muerte al presidente John F. Keneddy.

Los jóvenes estadounidenses necesitaban de una inyección de esperanza y optimismo que les subiera los ánimos y les prometiera una luz al final del peligroso túnel en el que su sistema los iba introduciendo.

En Inglaterra, a mediados de los 50’s, se había dado un pequeño crecimiento económico que acabó con el odioso racionamiento de la II Guerra, que permitió a la población insertarse en un mundo de modernidad y confort, y que tuvo gran impacto en los adolescentes y jóvenes, quienes no estaban dispuestos a mantener las estrictas normas sociales y culturales con la que habían crecido y desarrollado sus padres. Por primera vez, los adolescentes y jóvenes tendrían algo de dinero en sus bolsillos y esto les permitiría fabricarse su propia imagen, darse sus propios gustos y encontrar sus propios espacios. Era una nueva generación de consumidores dispuestos a vivir la vida.
 
Para compensar el hecho que el Estado no podía darse el lujo de solventar la carrera universitaria de la mayoría de ellos, se puso énfasis en la educación artística abriéndose una serie de instituciones en las que los recién salidos de las aulas escolares -sobre todo los de escasos recursos o mala aptitud académica-, pudieran desarrollar su creatividad en el campo de la música, la pintura, la fotografía y el arte en general.

Instituto de Arte de Liverpool
Muchos de los futuros “invasores” provenían de estas escuelas donde se escuchaba jazz y blues y se leían novelas o se recitaban poemas de escritores beat, pero en las que, gracias a unos pocos que se salían del molde, se iba colando el interés por otra clase de género musical con un enorme potencial, y aunque menos “intelectual”, lo suficientemente adecuado para manifestar ideas revolucionarias: el rock’n’roll.

En los Estados Unidos, un par de años antes de la llegada de la Beatlemanía, había surgido una nueva vertiente musical: el soul y el rhythm’n’blues con artistas e ideas que dieron al rock’n’roll nuevos matices. Nuevas figuras eran lanzadas al estrellato por disqueras de alcance regional como Chees Records, Stax y una que se convertiría en novedad por la manera en afrontar la producción musical: Motown Records.

Berry Gordy frente a su cuartel de Motown Records
El rock’n’roll  se alejaba del sonido campestre y rudimentario de sus pioneros y se iba haciendo cada vez más sofisticado en cuanto a sus letras, arreglos e interpretaciones. Abundaban los grupos vocales, sobresaliendo en especial los femeninos. Motown Records (empresa fundada en Detroit - Michigan), con su propuesta de música para la Joven América, reclutó y puso en escena a una serie de músicos y cantantes afroestadounidenses de gran calidad, quienes, aunque en su propio país encontraban resistencia, eran escuchados y admirados sin ningún tipo de reparos por la juventud inglesa.

Poco antes, a finales de los 50’s, los jóvenes ingleses habían descubierto, gracias a Lonnie Donegan (1) que el rock’n’roll era una música que ellos podían tocar y pronto, ciento de miles de adolescentes del Reino Unido se hicieron de un guitarra o de cualquier cosa con la que hacer ruido con ritmo. Pero lo que fue fundamental en su desarrollo musical y artístico, más allá de pertenecer o no a escuela de arte, fue el hecho que escuchaban de todo sin pensar o discriminar en el color de la piel. Así, además de rock’n’roll escuchaban blues, soul, r&b, gospell y a los grupos vocales masculinos y femeninos de la Motown.

Lonnie Donegan
El rock’n’roll inglés (entendido como una amalgama de toda esa música) se empapó de lo mejor, ayudando a su formación la llegada a las islas de los antiguos pioneros como Bill Haley, Buddy Holly y los Everly Brothers y la de los viejos blusmen como John Lee Hoker, Moddy Waters, entre otros. Había nacido la música beat, que dividió el territorio de Inglaterra en “sonidos” tales como el Merseybeat de Liverpool, el sonido Tottenham, el sonido Manchester, el de Birmingham, Newcastle, etc.

Esta era la música que los ingleses -con los Beatles a la cabeza- devolvería empacada y con nueva presentación a la cuna del rock’n’roll, los Estados Unidos.

No obstante, cabe señalar que no fueron los Beatles los primeros ingleses en arribar a las listas de éxito del otro lado del Atlántico. Cliff Richard lo había hecho a inicios de los 60’s y la agrupación The Tornados, con su éxito Telstar, lo hicieron en 1963. Pero en ninguno de estos dos casos se produjo un arrebato de histeria como en aquella noche de febrero del 64.

Ahora, tras los Beatles, estaban dispuestos a zarpar al nuevo continente una cantidad enorme de bandas y cantantes que gozaban de popularidad en el Reino Unido. Pero no todos conseguirían llegar, y no todos los que llegaron tuvieron el éxito masivo que esperaban, aunque lo que llegó fue lo mejor del beat británico.

La British Invasion u Ola Inglesa puede ser dividida, por la reacción y resultado, en dos: una de contenido pop, con estribillos y ritmos pegajosos, que fue la de más éxito, sobre todo en las grandes ciudades donde atrapó a las chicas y chicos soñadores y con ansias de diversión; y otra, con un sonido y letra más trabajados que se decantó por el lado del blues, apto para gente pensante y dura y por ello con más aceptación en los campus universitarios y la periferia. Fue esta última la que ayudó al nacimiento de la era dorada del rock’n’roll.

En el ala pop de la invasión resaltaron bandas como Herman Hermits, formada en la ciudad de Manchester en 1963, y quizás una de las que más éxito obtuvo en suelo norteamericano. Liderada por su vocalista Peter Noon de tan solo 16 años de edad, los Hermit’s fueron la banda con componentes más jóvenes de todas las que circulaban en escena. La mayor parte de su trabajo consistió en versiones a las que le dieron un sello personal, fresco y juvenil que capturó una gran legión de fans llegando incluso a competir en popularidad con los Beatles. I‘am Into Something Good, composición de Gerry Goffin y Carole King, fue su primer éxito en el Reino Unido y el que le abrió las puertas al otro lado del Atlántico.

También de Liverpool, Gerry and The Pacemakers, fue una banda de mucho éxito tanto en su país como en los Estados Unidos, y junto con Herman Hermits, competidor directo de los Beatles, aunque compartían con estos últimos el mismo manager y productor musical, Brian Epstein y George Martin, respectivamente.

La popularidad en las islas británicas de Gerry and The Pacemakers se debió a la grabación de una canción que los Beatles se negaron a lanzar rotundamente como su primer single (pese a haberla grabado completa): How Do You Do it. La banda fue liderada por Gerry Marsden, quien poco después de los primeros éxitos, asumió la composición de las propias canciones de la banda, entre ellas Don’t Let the Sun Catch You Crying (1964) que fue su llave de entrada al mercado estadounidense.

Brian Esptein y las bandas bajo su dirección. Entre ellas, The Beatles y Gerry and The Pacemakers.
Otra banda que compitió con la popularidad de los Beatles fue la proveniente de la ciudad de Tottenham, The Dave Clark Five, formada en 1963 y liderada por su baterista Dave Clark, quien conformó una dupla creativa con Mike Smith, el vocalista. El primer éxito de este tandem creativo fue Glad All Over.

Los Dave Clark Five, rompieron el molde del sonido beat, que se basaba fundamentalmente en las guitarras, utilizando órgano, piano y saxofón.

La experiencia de los Clark Five fue bastante prolífica ya que anotaron 17 colocaciones en los Estados Unidos y 12 en el Reino Unido. Esta abundancia de éxitos los hizo uno de los artistas habituales del Ed Sullivan Show, programa de televisión donde se presentaron los Beatles por primera vez en los Estados Unidos.

Procedentes de la ciudad de Newcastle, The Animals conformaron el ala dura de la Invasión Británica junto con The Rolling Stones (Londres), pues su propuesta musical se basaba en el blues más tradicional, el rhythm’n’blues y un rock’n’roll crudo, orientación que si bien se alejaba radicalmente del sonido beat, causó enorme impacto porque le mostró y recordó a la audiencia estadounidense la riqueza musical que habían desdeñado por años, siendo fundamental el timbre vocal de Eric Burdon, que sabía expresar el dolor y la fuerza de los viejos cantantes afroamericanos.

El apego de la banda al sonido más tradicional del blues y el r&b no era pose y su proceder así lo demostró en diversas ocasiones como el hecho que su primer álbum fuera un homenaje a viejos bluesmen como John Lee Hooker; o como cuando decidieron iniciar su primera gira en los Estados Unidos como teloneros de Chuck Berry; y, como cuando decidieron deshacerse de su manager  y productor Mickie Most porque les insistía cambiar de orientación para obtener mejores logros en las listas de éxitos.

The Animals
También puede tomarse como ejemplo de su convicción musical el hecho que eligieron como disco de bandera para su llegada al otro lado del Atlántico un viejo y tradicional blues, que narra la historia de un burdel y los pesares de sus asiduos parroquianos: The House of the Rising Sun, tema al que le dieron un toque contemporáneo y que terminó cubriendo por completo el resto del trabajo de The Animals.

Además de Burdon, la banda estaba también liderada por el tecladista Alan Price -autor de la mítica línea de órgano de The House of the Rising Sun- y conformada por Hilton Valentine (guitarra), John Steel (batería) y el bajista Chas Chandler.

Eric Burdon
Para 1966, la banda entraría  en una crisis que terminaría con la partida de varios de sus integrantes originales. Alan Price, a quien no le gustaba demasiado viajar por avión, reclamaba en su totalidad las regalías de la canción The House of the Rising Sun. Chas Chandler consideró sus opciones y prefirió partir para ser manager de un nuevo descubrimiento con gran potencial: el guitarrista Jimi Hendrix. En los 70’s Chandler daría también en el clavo con la banda británica Slade.

Finalmente, hacia 1967, Eric Burdon recompuso la banda con el nombre de Eric Burdon & The Animals, afincándola en la ciudad de San Francisco - California, lo que llevó a replantear su sonido original por uno nuevo, orientado a la psicodelia. En 1969, Eric Burdon decidió poner fin a las actividades de la banda avocándose a una carrera en solitario, que continúa hasta le fecha.

EPÍLOGO:
Antes de concluir, resulta necesario poder tener una explicación del por qué pudo ocurrir este fenómeno, donde a los creadores de un producto (porque el rock’n’roll lo es), se les vendió su propia creación.

Brian Jones
Para empezar podemos decir que lo de los músicos ingleses no fue un golpe de suerte, puesto que se trató de individuos que, aunque la mayoría no fueron músicos con formación, estudiaron las raíces de las que se nutrió el rock’n’roll, lo que necesariamente les daba conciencia de lo que realmente estaban haciendo y los convertía en verdaderos profesionales. Muchos de sus contemporáneos estadounidenses volvieron su atención a sus raíces luego de la invasión y después de ello recién estuvieron en aptitud de poder responder con música de calidad.

Pero sería insuficiente buscar una explicación solo por el lado de la música y el “encanto” personal que evidentemente irradiaron los británicos para las y los adolescentes de los Estados Unidos de aquel entonces.

Al respecto resulta esclarecedor lo expresado por Michael Des Barres (2) en una entrevista publicada en la revista This Is Rock, octubre 2012, Live Wire Publishing, España, texto de Ignacio Reyo, págs. 72 - 79:

Oscar Wilde
“En el momento de la explosión del blues en Inglaterra, la mayoría de músicos afroamericanos actuaban en Europa porque se los respetaba y comprendían mejor que en su propio país. Sentimos su influjo. Ronnie Wood o John Lennon, jóvenes de mente abierta hacían una nueva clase de música. La relación entre ésta clase de músicos y los del blues se establecía en que el rock proviene de la clase trabajadora. Los músicos del blues sufrían una presión parecida a los ingleses tras la segunda guerra mundial. ¿La identificación? Pobreza. ¿La respuesta? Una revolución, y qué mejor banda sonora que el blues. El crecimiento del blues, su conocimiento, llegaron al mismo tiempo que el amor libre, hasta terminar fusionándose. Es un fenómeno interesante, porque aparte del blues nos influenciaron Oscar Wilde, Byron y esos increíbles literatos. Fíjate en Brian Jones y su imagen. Cómo un joven blanco podía tocar como Muddy Waters, como Elmore James y parecerse a Oscar Wilde. Una yuxtaposición increíble. Nosotros devolvimos a América sus raíces, canalizamos esa música y les mostramos lo que había crecido en su país, lo que seguía creciendo.

Errol Flyn (1909 - 1959)
… El rock’n’roll americano es industrial, proviene de las ciudades. América es un país muy joven comparado con Gran Bretaña. No poseen una cultura de miles de siglos. Los músicos que más me han gustado de América son Iggy Pop o los MC5, nacieron en las calles, de emplazamientos urbanos. En Inglaterra hay un largo historial de arte, de nobleza y de aristocracia. La nobleza y la aristocracia basan todo en la imagen. Los músicos americanos no han heredado esos términos. Nosotros somos más teatrales. Lo respiras desde crío, está en el aire. La idea de Inglaterra gobernando al mundo, el drama, las embarcaciones, los caballos, el espadachín, esos elementos que se ven en el imaginario de Errol Flynn, se filtraron en los Rolling Stones o The faces. En mi caso, me sentía unido a The Faces, esa estética de dandis del blues. Es como poner a Lord Byron a tocar un slide guitar. Los americanos aprendieron rápido…”.

Jones y Hendrix
La Invasión Musical Británica concluyó hacia 1966, cuando cantantes y bandas de uno y otro lado del Atlántico constantemente comenzaron a cruzarlo a través de sus discos ingresados en puestos expectantes de la listas de éxito tanto de los Estados Unidos como del Reino Unido, o por causa de largas giras, con lo que quedaba claro que había acabado el predominio inglés. No obstante, entre 1967 y 1968 una nueva remeza de bandas británicas copa el mercado estadounidense pero ya en el ámbito de una tendencia que se iba alejando del ámbito del mero rock’n’roll: la música Rock.

Referencias:
(1) Lonnie Donegan (1943 - 2002), cantante, guitarrista y compositor de origen escocés propuso una visión británica de rock’n’roll mezclando raíces folk locales con el género blues que tuvo aceptación inmediata por parte del público británico. Ese localismo de su trabajo no le permitió trascender el otro lado del Atlántico pero su popularidad en el Reino Unido fue masiva. Dos temas suyos dieron el pistoletazo de inicio para lo que luego fue el sonido beat británico: “Rock Island Line” y “Cumberland Gap” (1956).

Michael y Pamela Des Barres
(2) Michael Des Barres es un músico, actor e hijo de miembros de la nobleza británica. En la década de los 70’s formó las bandas Silverhead y Detective. Durante los 80’s colaboró con Duran Duran y Power Station, donde reemplazó a Robert Palmer. A finales de los 70’s se casó con Pamela Ann Miller, la legendaria groupie, que pasó a la historia del Rock con el apellido de su marido: Pamela Des Barres. En 2012 grabó un nuevo álbum (que fue el motivo de la entrevista en la revista citada): Carnaby Street.

Notas:
- El 4 de abril de 1964, sería una fecha histórica para The Beatles y para el rock’n’roll británico, pues ese día Can’t buy my love, Twist and shout, She loves you, I want to hold your hand y Please, please me, ocuparon el primero, segundo, tercero, cuarto y quinto puesto, respectivamente, de los Hot 100 de la revista Billboard.

- El día18 de agosto de 1964 se inicia la primera gira estadounidense de los Beatles que cubre tanto la Costa Este como la Costa Oeste, abarcando 24 ciudades. Lo del mes de febrero fue una gira de promoción que alcanzó solo un par de ciudades de la Costa Este.

Los Rolling Stones llegarían en junio de ese año para presentarse en el Show de Ed Sullivan. Desde su llegada se explotó -para efectos publicitarios- la supuesta rivalidad con los Beatles, tal y como se venía haciendo en Inglaterra. Sin embargo, lo cierto es que, The Rolling Stones logran conectar de una manera más efectiva con un sector del público estadounidense, en especial con la gente de la Costa Oeste.

The Animals pisan suelo estadounidense por primera vez en setiembre de 1964, con ocasión de su primera presentación en el programa de Ed Sullivan. Un mes antes habían lanzado al mercado su primer álbum “The Animals” que contenía The house of the rising sun y I’m Crying.

The Dave Clark Five, sería la segunda agrupación británica en llegar a los Estados Unidos para presentarse en el programa de Ed Sullivan, en marzo de 1964, unas cuantas semanas después de la primera aparición de los Beatles. También serían la primera banda del Reino Unido en realizar una gira en el país del norte, anticipándose incluso a la primera gira de los Beatles.

Los Clark batieron todos los records de presentaciones en el Ed Sullivan Show: aparecieron en dieciocho oportunidades.

- The Swinging Blue jeans, fue un cuarteto representante del sonido de Liverpool o Merseybeat, que solía compartir cartel con los Beatles y Gerry and the Peacemakers. The Swinging Blue jeans inauguró las presentaciones de rock’n’roll en el mítico Cavern Club de la ciudad de Liverpool a comienzos de los 60’s. Antes dicho local solo programaba bandas de jazz. Fue una de las bandas de la British Invasion que no tuvo mucho éxito en Norteamérica. Hippy Hippy Shake, fue grabada originalmente por Chan Romero en 1959. Los Swingin la grabaron en diciembre de 1963 y su versión llegó al puesto 2 en el Reino Unido y el puesto 21 en los Estados Unidos.

- Con la música también llegó a los Estados Unidos la moda del vestir liderada por la diseñadora británica Mary Quant. Las chicas estadounidenses querían lucir como sus congéneres londinenses. El paradigma a seguir era la cantante Dusty Springfield, de quien querían imitar no solo su forma de vestir sino también el estilo de maquillaje.

- Tras una visita a Liverpool (1964), donde incluso actuó como músico espontáneo en el Cavern Club, el poeta beat Allen Ginsberg proclamó que esa ciudad era “en la actualidad el centro de la conciencia del universo humano. Allí todos esos hermosos jóvenes de cabello largo, dorado y angelical están convirtiendo la forma humana en divina”.

- Don’t let the sun catch you crying fue escrita por Gerry Marsden en ocasión de una pelea con su enamorada. Una vez que terminó de escribirla se la envió preguntándole si lo perdonaba. Ella accedió a reconciliarse para luego contraer matrimonio por más de cuarenta años.

- El 21 de agosto de 2013, en la ciudad de Nueva York, a los 98 años de edad falleció Sid Bernstein, el empresario de espectáculos que llevó a The Beatles por primera vez a los Estados Unidos. El éxito obtenido con los de Liverpool motivó que luego se encargará de presentar a The Rolling Stones, Herman's Hermits y The Moody Blues, constituyéndose prácticamente en el artífice de la "Invasión Musical Británcia".

Soundtrack:
She Loves You (corte): The Beatles - 1963,
The house of the rising sun: The Animals - 1964,
I‘am Into Something Good: Herman Hermits - 1964,
Don’t let the sun catch you crying: Gerry and The Peacemakers - 1964,
From me to you (corte): The Beatles - 1963,
Hippy Hippy Shake: The Swinging Blue Jeans - 1963,
Glad All Over: The Dave Clark Five - 1963,
It’s Gone Be All Right: Gerry and The Peacemakers - 1964,
She Loves You (corte): The Beatles - 1963.

EL ALA DURA DE LA INVASIÓN BRITÁNICA
All Day and All the Nigth: The Kinks - 1964,
Gloria: Them - 1965,
Heart Full of Soul:  The Yardbirds (con Jeff Beck) - 1965,
 It’s My Life: The Animals - 1965,
Keep On Running: The Spencer Davis Group - 1965.

MAX MARRUFFO S.   

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