viernes, 31 de enero de 2014

ELLOS LO TIENEN TODO ¿QUÉ QUIEREN DE NOSOTROS?

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50 ANIVERSARIO DE LA LLEGADA DE LOS
BEATLES A LOS ESTADOS UNIDOS

Las puertas del avión se abrieron y George, John, Paul y Ringo sintieron en sus rostros
una bocanada de viento producto del griterío de cerca de 4,000 fanáticos  apostados en la terraza del aeropuerto Kennedy en Nueva York y que les recordó situaciones similares vividas en su propia casa. Antes de terminar de bajar por la escalinata, The Beatles ya habían conquistado los Estados Unidos
Stickers anunciado la llegada de
The Beatles
De los cuatro, George Harrison era el único beatle que había visitado Nueva York en una ocasión anterior, en consecuencia, conocía la agitación del lugar, la locura de su gente. Al igual que sus compañeros mostraba un rostro sereno y relajado, pero muy dentro de si aún no podía creer que en pocos minutos todos ellos arribarían a la gran ciudad como el más grande cartel de la música de rock’n’roll venido desde las islas británicas. Nunca antes la llegada de una banda o cantante inglés a los Estados Unidos había sido precedida por una millonaria campaña publicitaria que inundó estaciones de tren, el subway y los postes de luz de cada calle con stickers alertando: “The Beatles are Coming” ¿A caso, no era el país de Elvis, Chuck Berry, Buddy Holly, Little Richard, de Brando, James Dean, la Monroe, los autocines y la Coca Cola? Pensaba ¿Por qué nos quieren a nosotros? Terminó preguntándole a un reportero del Liverpool Echo.

En el avión. Phil Spector, Cinthya y
John Lennon (foto Rolling Stone)
Es la tarde del viernes 7 de febrero de 1964, el vuelo Pan-Am 101 está a punto de aterrizar en el aeropuerto internacional recientemente renombrado como John F. Kennedy, NY. A bordo está la banda británica que en los últimos dos años arrasó en la lista de éxitos en el Reino Unido y Europa Occidental con 5 simples, dos álbumes y un centenar de giras, pero que, recién en el mes de enero había logrado colocar su primer número uno en los Estados Unidos: “I Wanna Hold Your Hand”, tras vender un millón y medio de copias. Intentan promocionarse en ese país. Es el gran salto. Nadie sabe, en ese momento, si al vacío o a la gloria. Van acompañados de periodistas británicos que, no obstante, mostrarse dispuestos a soportar y celebrar sus bromas e infundirles ánimo con palabras de aliento, en realidad están ahí para informar de su gran fracaso. Están, también, su manager, su productor discográfico, los artistas que suelen presentarse como parte del espectáculo previo a la aparición en escena de la banda. Hay un estado de euforia, optimismo. El capitán de la nave personalmente les informa que en el aeropuerto hay todo un barullo debido a que ha sido literalmente asaltado por una multitud de fanáticas que  los aguardan ansiosas. No les dice, porque no lo sabe, que también hay dos centenas de periodistas locales dispuestos a acabarlos, despedazarlos mucho antes que pasen por la puerta de embarque rumbo a su hotel, el Plaza ¡Qué día tan difícil!

Los Beatles en improvisada conferencia de prensa.
Parte de esta se recreó en la película
A Hard Day's Night! 
Pero no hay cuidado, es  el momento en que han de sacar a relucir todo aquello que aprendieron en los clubes de mala muerte de Hamburgo; de su interacción con maleantes, prostitutas, travestis y lo más bajo del género humano, a los que ellos trataban burlonamente y en lugar de ganarse una paliza, terminaban ganándose su simpatía y afecto. Era el momento de saber si era cierto eso de su encanto que les evito el cadalso o una larga temporada en la torre de Londres, cuando se atrevieron a burlarse de la realeza pidiendo que hagan sonar sus joyas mientras John Lennon, ese tipo cegato como una marmota, cantaba “Twist and Shout”. En todo caso, suceda lo que suceda, habían decidido pasarla bien.

Se abre la puerta del avión. El primero en aparecer por ella y bajar las escalinatas es George. Los Beatles llegaron, vieron y triunfaron. Superarían a Elvis e inspirarían a una nueva camada de cultores y veneradores del rock’n’roll, género que por aquel entonces se encontraba al borde de la muerte. Los chicos y chicas estadounidenses los idolatrarían. La beatlemanía había cruzado el Atlántico para convertirse en un fenómeno mundial.

Foto promocional previo a su arribo en 1964. La sesión se llevó a cabo en la ciudad
de París con ocasión de una gira. Durante esa visita, los Beatles recibieron un telegrama de
su manager Brian Epstein que les comunicaba el haber alcanzado el puesto número 1  en las listas
de los Estados Unidos. La noticia les cayó a pelo puesto que los franceses no habían recibido muy efusivamente a los de Liverpool. De París volaron a Inglaterra por dos días, para inmediatamente, el 7
de febrero de 1964, partr a la ciudad de Nueva York en lo que sería su primera visita a los Estados Unidos.
Qué fue lo que permitió el éxito de los Beatles en los Estados Unidos ¿Se trató solo de talento? Tal vez la pregunta de George Harrison es el mejor camino para llegar a saberlo ¿Qué querían los estadounidenses de ellos? Al día de hoy, es casi unánime la tesis según la cual, el éxito de los Beatles en los Estados Unidos se debió a que los necesitaban.

Camino a la muerte. Keneddy fotografíado por Sonia Rey, pocos
minutos antes del asesinato (22 - 11 - 63)
Hacía casi tres meses que John F. Kennedy había sido asesinado en Dallas, Texas y todo el mundo estaba conmocionado, confundido, agotado por lo tenso de una situación que daba visos de nunca esclarecerse. Hacía casi tres meses que su sucesor Lyndon B. Johnson, había formado una comisión  para investigar el asesinato, la cual estaba presidida por Earl Warren, Presidente de la Suprema Corte de los EE. UU., por lo que dicha comisión tomo su nombre, Comisión Warren. Esta comisión tenía que lidiar con un grave problema para llegar a la verdad: el principal sospechoso del asesinato, Lee Harvey Oswald, había sido asesinado dos días después del magnicidio, por Jack Ruby, un sujeto de 52 años de edad que el FBI consideraba estaba ligado a la mafia. Este asesinato fue televisado debido a que ocurrió justo en el momento en que Oswald era trasladado de la dependencia policial de Dallas a la cárcel del condado. El sentimiento que invadió a todos los estadounidenses era la creencia de la existencia de una conspiración que tenía como finalidad borrar todo rastro del crimen. De hecho, la muerte de Oswald impidió -como es lógico- llevar adelante un proceso a nivel judicial. En diciembre de 1963, a un mes de la formación de la Comisión Warren, el FBI emite las conclusiones de su propia investigación: Kennedy había caído víctima de dos, de los tres disparos que efectuó Oswald. Para sus investigaciones, el FBI recibió de manos del Jefe de la Policía de Dallas todas las evidencias recogidas en el lugar del crimen. La entrega de este material fue ordenada desde Washington. Mucha gente que estuvo en el lugar del crimen prestó declaración diciendo haber vistos a otras personas con actitudes sospechosas; otros dijeron estar seguros que uno de los disparos que mató a Kennedy vino por delante de su rostro. El chofer que conducía la limusina presidencial no supo explicar por qué no aceleró e hizo maniobras evasivas cuando escuchó la primera detonación.


Imagenes propaladas por la televisión de los Estados Unidos del momento del
asesinato de Lee Harvey Oswald por Jack Ruby, a vista y paciencia de la policía.
En las escenas se puede ver como un funcionario policial lleva mostrando a lo alto (sin
tener cuidado con que sus huellas queden impregnadas) del supuesto rifle
con el que Oswald mató al presidente kennedy.  Nadie creyó en los resultados
de la Comisión Warren

Oswald presentado a la prensa sin mayor protección
como si se tratara de cualquier delincuente
En diciembre de 1964, la Comisón Warren emitió su informe concluyendo que el asesinato de John F. Kennedy no fue producto de un complot nacional o internacional y que fue obra de un solitario, Lee Harvey Oswald. Nadie le creyó.

Hacía poco menos de seis meses, antes que los Beatles bajen de la escalinata del avión, una gran multitud de afroamericanos y miembros de otras minorías étnicas e inmigrantes, habían copado por completo el Lincoln Memorial en la ciudad de Washington DC, en lo que la historia vino a denominar la Gran Marcha a Washington (28 - 08 - 63), evento en el que Martin Luther King Jr. pronunció su famoso discurso He Tenido un Sueño. El objetivo era apoyar el proyecto de Ley sobre los Derechos Civiles que el presidente Kennedy había remitido al Congreso con la finalidad de poner término a la segregación y discriminación racial.

Marcha a Washington 28 - 08 - 63
Para los soldados afroestadounidenses que regresaron de la Segunda Guerra Mundial como vencedores de los facistas y de los nazis, las cosas en su país no habían cambiado. Lejos de ser honrados por sus compatriotas, aún se les negaba el poder participar de la vida política no reconociéndoles el derecho al voto. El inmediato auge industrial del que gozaba su país, que mejoró el nivel de vida de muchos, no alcanzaba a sus familias. Esta situación motivó que a partir de la década de los 50’s se desarrolle el Movimiento por los Derechos Civiles por parte de la comunidad negra estadounidense y otras minorías para el acceso pleno a sus derechos y a un trato igualitario ante la Ley. Este Movimiento tuvo como punto de partida el famoso boicot a los autobuses de la ciudad de Montgomery (1955), que encumbró a King como su líder, hasta el año 1968 en que fue asesinado. La agresión física era una realidad a la que constantemente debía enfrentarse los miembros de la comunidad afroamericana y esta era aplicada indistintamente a sus líderes o a cualquiera de sus miembros sin que nadie responda por ello. Uno de los asesinatos que más conmocionó a la opinión pública fue el del adolescente Emmet Till, a mediados de 1958 en Mississippi. El día de su sepelio, su madre decidió dejar abierta la tapa del féretro a efecto que todos vieran las huellas de la brutal golpiza que recibió su hijo y que acabó con su vida. Al sepelio concurrieron cerca de 50,000 personas, entre blancos y negros. La cobertura informativa logró que el Movimiento recibiera el apoyo de la comunidad blanca de los estados del norte.

No obstante la represión a la que se veía constante sometido, el Movimiento desde su inicio optó por la no violencia inspirados en la gesta de Mahatma Gandhi en la India. Así, a comienzos de los 60’s, en diversas ciudades del sur se desarrollaron los sit-in (sentadas), en las cuales jóvenes estudiantes negros se rehusaban a moverse de aquellos lugares donde se aplicaba la discriminación, hasta ser desalojados violentamente por la policía; también se dieron inicio a los viajes en autobús por medio de los cuales los activistas visitaban poblaciones en estados del sur, exigiendo el cese de la segregación en los terminales de transporte terrestre; y las famosas marchas en las que enormes grupos de negros y blancos se desplazaban de un lugar a otro en perfecto orden y en silencio.
Reportaje gráfico de la revista Life sobre los acontecimientos en Birmingham, abril de 1963
Al poco tiempo de haber asumido el poder, Kennedy tuvo que lidiar con el problema originado por la demanda del estudiante negro James Meredith contra la Universidad de Mississippi. Meredith obtuvo de la Corte una orden para que dicha universidad lo admita como estudiante, lo que encontró una férrea resistencia de parte del gobernador del estado, quien, no obstante haber sido apercibido con el pago de fuertes multas por desacato, insistió en su actitud, motivando que Kennedy disponga que el ejército acompañe a Meredith a ingresar al campus a efecto de poder asistir a su primer día de clases. Esto desató actos de violencia por parte de estudiantes radicales blancos contra policías militares, con el saldo de muertos y heridos. En 1963 Martin Luther King promovió una serie de actos de protesta pacífica en Birmingham, estado de Alabama, que tenían como finalidad acabar con la segregación en los comercios de la zona. La autoridad reprimió violentamente a los movilizados con el uso de perros y mangueras de agua. Tanto los medios de comunicación escrita como televisada propalaron las imágenes de la reacción brutal de la policía, lo que motivó que Kennedy promoviera una negociación entre la cámara de comercio y representantes del Movimiento, quienes finalmente llegaron a un acuerdo por el cual se ponía fin a la segregación en los establecimientos comerciales. Grupos de radicales blancos se opusieron a dicho acuerdo y en setiembre de ese año, tres meses después de la Marcha a Washington, incendiaron una iglesia bautista con el saldo de cuatro chicas afroamericanas muertas cuyas edades eran de 11, 14 y 22 años. El 11 de junio de 1963, ocho días antes que envíe su proyecto de Ley de Derechos Civiles al Congreso, Kennedy se vió obligado, nuevamente, de hacer uso de las fuerzas federales enviándolas a la Universidad del estado de Alabama para garantizar la matrícula de jóvenes negros en dicha casa de estudios, a lo que el gobernador de ese estado también se oponía.

Segregación en los baños de los locales públicos
Tras el asesinato de Kennedy, y tras la insistencia de su sucesor Johnson, el Congreso estadounidense aprobó la Ley de los Derechos Civiles el 19 de junio de 1964. Pero esto no significó un cambio en el estado de las cosas. Al día siguiente, en Mississippi, tres jóvenes voluntarios blancos, que participaban en una campaña de promoción de los derechos civiles y la inscripción en los padrones electorales al interior de comunidades afroamericanas, fueron asesinados por miembros del Ku Kluk Klan apoyados por autoridades locales, quienes intentaron desaparecer los cadáveres en un pequeño lago. Este incidente fue materia de una famosa película en la década de los 80’s cuyo título en español fue Misisipi en llamas.

Una madre y sus hijos en los Apalaches, año 1964. La niña que está en
brazos de la mujer tiene sarampión y no pude ser tratada porque el costo
asciende a 125 dólares, más allá de las posibilidades de la mujer (fotografía
John Dominis. Revista Life)
Otro aspecto de la cara oculta que los Estados Unidos no mostraban al mundo y a su propia gente, poco a poco se haría conocida gracias al arrojo de artistas y medios de prensa, como en el caso del fotógrafo John Dominis y la revista Life, quienes el 31 de enero de 1964, siete días antes del arribo de la banda musical británica, dieron a conocer a través de un amplio reportaje gráfico, la situación económica de una parte de la región de los Apalaches, situada al este de Kentucky, reportaje cuyo tituló fue “El Valle de la pobreza”. Gracias a este reportaje, los estadounidenses pudieron ser conscientes que en su país existía pobreza tan igual como en cualquier país subdesarrollado. La aparición del artículo no pudo haber sido más oportuna puesto que Lyndon B. Johnson, en el discurso inaugural de su mandato (precipitado por la muerte de Kennedy), había declarado la guerra a la pobreza como parte de su programa denominado La Gran Sociedad. La intención del reportaje era recordar a sus gobernantes hasta qué extremo podía llegar la indiferencia y la arrogancia de un país que pregonaba por todos los rincones del mundo haber alcanzado el bienestar y la felicidad.

Casa de los Smith, región de los Apalaches (EE.UU.), 1964.
Los hijos se alimentan con lo que el gobierno federal
les proporciona de excedentes. La madre ha cubierto las paredes
 con periódicos para mantener la casa limpia (fotografía de
John Dominis. Revista Life)
Los Apalaches es una región geográfica que se extiende alrededor de las montañas del mismo nombre (cuya formación se encuentra en Canadá), desde el sur del estado de Nueva York y se extiende hasta el norte del estado de Alabama, pasando por Mississippi y Georgia. Su gente y cultura siempre estuvieron sujetas al aislamiento, víctimas del prejuicio del resto de la sociedad, lo que ayudó a su postergación, puesto que los medios de información tenían por costumbre presentarlos como gentes sin educación, hostiles, violentas y aferradas a la política de los clanes.

Padre e hijo salen a buscar carbón en plena nieve por
 las vías del tren para calentar el hogar. Los Apalache
(EE.UU.) 1964 (fotografía John Dominis. Revista Life)
La zona de los Apalaches es rica en recursos naturales, como la madera y el carbón, y aunque en su momento, la extracción de estos recursos proveyó de trabajo y bienestar a parte de sus habitantes, la falta de planificación, los vaivenes económicos y la Gran Depresión de 1930 imposibilitó que esto alcance a un número mayor de ellos y se desarrolle de manera sostenible. Hacia finales del siglo XIX, una vez que la demanda de madera había agotado fuentes de abastecimiento en otras regiones del país, las grandes empresas del ramo voltearon sus ojos a la zona de los Apalaches, desatándose una extracción indiscriminada del recurso hasta casi agotarlo para inicios de la década de los 60’s. La extracción subterránea del carbón, que empleó una mayor cantidad de mano de obra se vio afectada a inicios de los años 50’s, por la utilización de métodos tecnificados como el  tajo abierto y por la utilización de nuevas fuentes de energía.

Ya para 1940 la opinión pública estadounidense había sido advertida de la pobreza que habitualmente afectaba a la región. La Guerra contra la pobreza  de Johnson no fue otra cosa que la ejecución de las propuestas de la Comisión Regional de los Apalaches creada por Kennedy, dentro del marco de su política de nueva frontera, en la que, entre otras cosas, se asumió el reto de acabar con los problemas sociales que se venían arrastrando por décadas.

Johnson con los pobres de su país
Como encabezado del reportaje gráfico de John Dominis, Life señaló: “En un valle solitario en el este de Kentucky, en el corazón de la región montañosa llamada Apalaches, vive una población empobrecida, cuya difícil situación durante mucho tiempo ha sido ignorado por el resto de América. Sus casas son chozas sin agua corriente ni saneamiento. Su paisaje es una desolación de colinas onduladas y huecos con arroyos contaminados. Su población - a menudo afectada de enfermedades y sin educación - carece de empleo e incluso de esperanzas. La ayuda brindada por el Gobierno con excedentes de la producción de alimentos los ha mantenido en un nivel de dependencia durante tantos años que junto con la ociosidad son ahora su forma de vida.
El presidente Johnson, que ha declarado la "guerra incondicional a la pobreza en América", ha señalado a los Apalaches como un objetivo importante. . . . Los Apalaches se extiende desde el norte de Alabama hasta el sur de Pennsylvania, y el mismo desastre que azotó el este de Kentucky golpeó a toda la región - el colapso de la industria del carbón hace 20 años, dejó a los Apalaches un vasto depósito de chatarra que no sirvió de nada para que los  mineros que se quedaron sin trabajo intenten la agricultura -. La minería a tajo abierto ha destruido gran parte de la tierra y, en todo caso, los mineros representan una generación que hace tiempo perdió el contacto con el suelo. . . . A menos que el círculo vicioso [del desempleo y la falta de educación] se pueda romper, una segunda generación de nuevos adultos en los Apalaches, caerá en la misma triste vida - una vida protegida de la inanición, pero privada de dignidad y esperanza”.

Vietnam. La arrogancia de un poderoso (foto Life)
Para octubre de 1962, mes en el que los Beatles lanzaron en el Reino Unido su primer single “Love Me Do”, la Guerra Fría había desatado entre los políticos estadounidenses una verdadera paranoia anti-comunista que se materializó en la teoría del dominó, según la cual, se afirmaba que, si un país era tomado por asalto para la expansión de una ideología totalitaria, los demás países del área correrían la misma suerte y la subsistencia de los Estados Unidos, junto a su sistema político y económico, se verían en peligro de extinción. De hecho, el comunismo había llegado ya a pocos kilómetros de distancia de sus costas en  la Florida, en la isla de Cuba, y había desatado una crisis en la que el mundo estuvo a punto del aniquilamiento: la famosa crisis de los misiles (octubre de 9162). Por tanto, no importaba la cantidad de recursos que fueran necesarios para frenar al enemigo ideológico o si el frente de batalla quedaba a unos cientos o miles de kilómetros y si se trataba de lugares cuya existencia era desconocida para la mayoría de sus habitantes. De esa paranoia se aprovecharon poderosas transnacionales y la industria bélica estadounidense que incitarían intervenciones militares en diversos rincones del mundo para su propio beneficio desde la época del presidente  Eisenhower. Así fue como los Estados Unidos llegaron a parar a Vietnam.

Soldados estadounidenses en Vietnam (foto Life)
A lo largo de la historia el territorio de la península donde hoy se encuentra ese pequeño país, habitualmente era sojuzgado por potencias extranjeras como China, Francia y Japón. Cuando estos últimos, en el marco de la Segunda Guerra Mundial, habían expulsado a los franceses que eran los colonizadores de la zona, se encontraba en pleno desarrollo un movimiento destinado a independizar parte de la península. Este movimiento era encabezado por la Liga para la Independencia de Vietnam o Viet Minh, liderados por Ho Chi Minh, de ideología comunista que alentaba la independencia de los territorios de Anan, Tonkin y la Cochinchina como un solo estado, la República Democrática de Vietnam,  para lo cual había organizado una guerra de resistencia contra el invasor japonés. Como en ese momento Japón era el enemigo común en la Segunda Guerra Mundial, los Viet Minh fueron apoyados por Estados Unidos y los otros países aliados.

"Te quiero en la armada y te
quiero ya"
Luego que el lanzamiento de las bombas atómicas contra Japón hicieran que se retire de los territorios reclamados para el Estado de Vietnam, Francia buscó recuperar sus colonias en Indochina motivando la Guerra de Indochina, que la enfrentó a los Viet Minh. El costo que representó el conflicto para los franceses, en un 80% fueron sufragados por los Estados Unidos a petición de empresarios suyos, cuyo único interés era que los franceses les permitan seguir explotando el comercio de caucho, tungsteno, arroz y otras materias primas vitales que ofrecía esa pequeña región, sin saber que con ello estaban creando las condiciones que pocos años después daría lugar a la Guerra de Vietnam. En efecto, durante la denominada Guerra de Indochina surgiría un nuevo movimiento, el de los Vietnamitas Nacionalistas que se oponían a la creación de un estado vietnamita liderado por comunistas. Como es lógico, habiendo concluido la Segunda Guerra Mundial y habiendo desaparecido el enemigo común -el fascismo y los nazis- los Estados Unidos se inclinarían a prestar su apoyo a esa facción anti-comunista para cuando, en 1954, concluida la Guerra de Indochina con la derrota de Francia, los nacionalistas se enfrentaron contra los Viet Minh. Lo que nunca previeron los militares estadounidenses era que en el mismo sur aparecería un grupo disidente - los Viet Cong- favorables a los Viet Minh, con lo que la causa de los nacionalistas, sus protegidos, desde un inicio era una causa perdida. Los Estados Unidos se quedaron a apoyar a los vietnamitas nacionalistas más que por orgullo, por presión de su industria militar y sus multinacionales.

Una célebre fotografía de la realidad de los combates en Vietnam publicada en la revista Life
No obstante que el apoyo estadounidense inicial consistía en el envío de personal de asesoramiento en tácticas de combate y en el abastecimiento de armas, entre 1961 y 1963 Kennedy ya había enviado a 16,000 soldados; número que entre 1964 y 1968 (período de la administración Johnson en el que los Estados Unidos inician su participación activa en los enfrentamientos) se incrementó a 530,000 hombres. La posibilidad de contar con efectivos venía facilitada por la existencia de una ley de servicio militar obligatorio. Desde el inicio del conflicto en Vietnam, los padres sabían que tarde o temprano, presionado por los grandes intereses económicos, Estados Unidos tomarían parte de él y, en consecuencia, sus hijos serían llamados al frente de batalla, como lo fueron ellos durante la Segunda Guerra Mundial. Esto motivó una corriente anti-intervencionista que se oponía a los planes bélicos de la industria militar, quien apoyada por algunos políticos al interior de la Casa Blanca, en Agosto de 1964 (fecha en la que los Beatles regresaron para dar su primera gira) encontraría un pretexto para hacerlo: el incidente de la bahía de Tonkim, en el que aparentemente dos embarcaciones estadounidenses fueron atacadas por fuerzas de Vietnam del Norte, hecho del que nunca se dio pruebas contundentes.

"Fin a la guerra en Vietnam y a la crisis social en casa"
Si la aparente sola presencia de asesores militares ya era criticada por la opinión pública estadounidense, la posibilidad que los Estados Unidos se involucre militarmente al conflicto nunca contó con un apoyo absoluto y venía siendo objeto de fuertes debates en los medios, en los campus universitarios, en las calles, en los hogares. Para esa tarde del 7 de febrero de 1964 el olor a muerte hacía tiempo había comenzado a penetrar nuevamente en las casas de los estadounidenses.

La Guerra de Vietnam, a la que Estados Unidos ingresó sin una declaración formal, le costaría la vida a 12,000 soldados estadounidenses para 1967, y un total de 55,000 para 1973, año en que se retiraron del conflicto.

Comité de bienvenida: "Beatles, los amamos"
Este era pues el escenario y el ambiente, anterior, contemporáneo e inmediatamente futuro en el que los Beatles fueron recibidos por cerca de 4,000 entusiastas adolescentes, entre chicas y chicos.

Hay quienes señalan que, mirando las viejas películas que dan cuenta de éste acontecimiento, en la que chicas desbordadas por el entusiasmo dan rienda suelta a cuadros de histeria, difícilmente se puede llegar a la conclusión que el panorama social y político de los Estados Unidos era tomado en cuenta o percibido por sus jóvenes y adolescentes y, por tanto, no cabe concluir que el éxito de los Beatles en “América”, se haya debido al miedo, la angustia y la desazón.

Comité de rechazo: "Beatles, go home!"
La llegada y el éxito obtenido por los Beatles en los Estados Unidos tienen importancia porque marcaron el inicio de los fabulosos años 60’s en los que el concepto de todas las cosas cambió para nunca más volver atrás; años en los que la generación de hombres y mujeres nacidos a finales de la Segunda Guerra Mundial, denominada generación baby boomer, dominarían la escena social; en los que el arte en todas sus manifestaciones alcanzaría un desarrollo inigualado en otras épocas; en los que el concepto de los derechos humanos impregnaría cada aspecto de la vida social e interpersonal; en la que se desarrollaría la contracultura encabezado por el movimiento hippy denominado también generación del amor y de las flores y que explosionó en el Verano del Amor en 1967; en los que la música de rock’n’roll y rock serían elevados al nivel de arte y medio de expresión de ideas; en los que se desarrolló el movimiento feminista; la revolución sexual; la píldora; los derechos reproductivos, etc. Los Beatles lo iniciaron y formaron parte de todo ello.

Ed Sullivan con una peluca Beatle
Cuando se hace la pregunta de qué fue lo que generó todo esto, muchos se apresuran en contestar que fue la bomba (atómica) ya que el hombre tomó conciencia del  poder de destrucción al que había llegado poniendo en peligro de extinción a la especie humana, la cual podía encontrarse a merced de los exabruptos y estados de ánimo de cualquier loco que tuviera el poder de apretar el botón. Entonces, la paz había llegado con el fin de la guerra, pero el miedo se había quedado en el corazón del hombre.

La violencia social y política por la que atravesaban los Estados Unidos entre las décadas del 50 y de los 60 era parte de ese miedo generalizado.

La victoria obtenida en la Segunda Guerra y la bonanza económica que la precedió no terminó con las contradicciones de su sistema y estas se iban evidenciando y golpeando cada vez más a su sociedad con hechos terribles (como el asesinato de Kennedy), lo que, se acepte o no, iba mellando el famoso espíritu “americano”. Por ello, quienes movían los hilos del sistema sabían que era necesario darle un respiro, un espacio que le permitiera eliminar recuerdos que perturbaban su conciencia y venían afectando su equilibrio nervioso antes de tener que enfrentarse a una reacción. Si para los británicos y el resto de países de Europa Occidental, la juventud, la gracia, el encanto, la frescura y la  inigualable música de  The Beatles era el tónico adecuado, lo podía ser también para los estadounidenses.

Los estadounidenses tenían miedo y necesitaban aplacarlo con algo que les renovara el espíritu. Para eso los querían. Los Beatles llegaron en el momento oportuno. Esa fue la clave de su éxito.


Himno creado por las fans estadounidenses para recibir a sus ídolos.
El calor con el que se acogía a los Beatles en cada una de sus llegadas a los Estados Unidos,
motivó que las fanáticas inglesas se volcaran al aeropuerto de Heathrow en cada
regreso de la banda para recordarles que ellas seguían siendo las primeras

Fuentes consultadas:
- http://life.time.com/history/war-on-poverty-appalachia-portraits-1964/?xid=newsletter-life-weekly#1
- file:///G:/50A%C3%91OS%20DE%20LA%20LLEGADA%20DE%20LOS%20BEATLES/One%20Dream%20-%2050%20%C2%BA%20Aniversario%20de%20Martin%20Luther%20King%20Jr.%20's%20I%20Have%20a%20Dream%20Speech%20%20%20Time.com.htm
- http://life.time.com/history/vietnam-war-the-story-behind-larry-burrows-1966-photo-reaching-out/#1
“Los 60 y la década de los Beatles”: Programa de televisión (UKTV). History Channel. Paul Oremland, Productor; Li-Da Kruger, Director. The Selaro Series/TV Asani Servicios Editoriales y de Comunicación, S.A. de C.V. México 2001.
Time/Life Video & Televisión y Warner Bros, producida por Jeffrey Peish, capítulo “Good Rockin’ Tonight”, escrito, producido y dirigido por Bud Friedgen, año 1995.
- Rolling Stone, edición Nº 41, Cono Norte. editado por Grupo de Publicaciones Latinoamericanas S.A. Bogotá Colombia. Junio 2007.

Soundtrack:
Lo que se escuchaba en los Estados Unidos en la época que llegaron los Beatles. Tomada del Rankin de la revista Billboard,
Hot - 100 Singles, años 1963, 1964

“Sugar Schack”
Jimmy Gilmer & The Fireballs
Puesto Nº
1
(1963)
“It’s All Right”
The Impressions
Puesto Nº
10
(1963)
“Walk Right In”
The Rooftop Singers
Puesto Nº
34
(1963)
“Be My Babe”
The Ronettes
Puesto Nº
45
(1963)
"You've Really Got a Hold on Me"
The Miracles
Puesto Nº
65
(1963)
“Pride and Joy”
Marvin Gaye
Puesto Nº
72
(1963)
"Under the Boardwalk"
The Drifters
Puesto Nº
20
(1964)
"My Boy Lollipop"
Millie Small
Puesto Nº
46
(1964)
“For You”
Ricky Nelson
Puesto Nº
65
(1964)
“Only A Pawn In Their Game”*
Bob Dylan
Puesto Nº
NO
(1964)
“The Times They Are A-Changin'”
Bob Dylan
Puesto Nº
NO
(1964)

(*) Bob Dylan y Joan Baez participaron en la Marcha a Washington el 28 de agosto de 1963, y en aquella concentración interpretaron varios temas en apoyo del Movimiento por los Derechos Civiles. Entre ellos Only a Pawn in Their Game”, tema que hacía referencia al asesinato de un líder negro (Medgar Evers) en junio de ese año. La propuesta temática de Dylan en sus canciones no eran del agrado de su propia compañía discográfica y del sistema, por ello no sorprende que en los años en que sus discos lo mostraban como uno de los artistas más importantes de su generación, la Billboard no lo incluya en sus listas de éxito.

"La bomba atómica irradió todo lo que vino después en el mundo; demostró que el asesinato indiscriminado, el homicidio a escala masiva era posible..."
Bob Dylan.

"Los Beatles eran como un regalo de Dios. Yo tenía la edad perfecta para ello... tenía 14 años. Nos dio a todos una identidad. Pensé que era el mejor regalo que nos había dado la música"
Tom Petty.

"Eran mis ídolos. Mi cuarto estaba cubierto por cualquier foto de los Beatles que llegara a mis manos. Yo fantaseaba que Paul McCartney se casaba con mi hermana"
Ozzy Osbourne.

"Cuando llegaron los Beatles me dije: todo se ha terminado. Los músicos y cantantes americanos sabíamos que iban a ser un gran problema, y este había aterrizado"
Ben E. King.

"Sabía que eran diferentes y que sus voces combinaban y que eran muy talentosos. Sabía que serían famosos... y los odiaba por ello"
Jerry Lee Lewis.

"Mamá qué son los bitles"
Yo
Tenía unos 4 o 5 años. Mi madre me acompañaba en una función de circo y correspondía el número de los elefantes. Estos salen a la arena con unas enormes pelucas en sus cabezas. Mi madre dijo "Ja, los Beatles". Primera vez que escuchaba de ellos y mi madre contestó a mi pregunta.
Madre solo hay una.

"Venid padres y madres de toda la tierra, y no critiquéis, lo que no podéis entender,vuestros hijos e hijas están fuera de vuestro control, vuestro viejo camino está carcomido, por favor dejad paso al nuevo si no podéis echar una mano, porque los tiempos están cambiando..."
Parte de la letra de la canción "The times they are a changin" (Bob Dylan).

Concierto en Washington DC, 11 de febrero de 1964. "I Saw Her Standing There"


Concepto y texto:
MAX MARRUFFO S.