martes, 26 de junio de 2012

RICHARD NIXON. LA ENTREVISTA FINAL

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David Frost y Richard Nixon
Ver "El Escándalo Watergate": Cap. I  II – III -  IV - Final - Pág.Principal

En 1975, un año después de haber dejado la presidencia, Richard Nixon pactó una serie de entrevistas televisadas con el -hasta ese momento- presentador de televisión británico David Frost, respecto de una serie de temas referidos a sus dos períodos presidenciales (1968-1972; 1972-1974), entre los cuales se encontraba el “escándalo Watergate”.

Estas entrevistas, para Nixon, representaban una oportunidad para levantar su alicaída imagen ante el pueblo norteamericano, sin que ello significara mostrar un afán de retorno a la política activa.

Grabadas, editadas y trasmitidas en 1977 tuvieron un efecto adverso.

El monto que Nixon cobró por ellas fue de $600,000 dólares.

Preparando la entrevista

Frost en un receso de la grabación
David Frost acometió la producción de manera independiente ofreciéndoselas a las grandes cadenas de televisión americanas, europeas y de Australia, las que en todo momento mostraron su escepticismo. Quizás, una de las razones era la fama que le precedía.

Inglés, nacido en 1939, hijo de un pastor metodista, Frost en su juventud pensó optar también por la prédica cristiana pero finalmente se decidio por la escritura. Durante sus años en Cambridge integró varios grupos literarios. Posteriormente ingresó al mundo de la televisión donde fue elegido para conducir un noticiero de corte humorístico denominado La Semana que Pasó, trasmitido por la BBC y que tuvo buena aceptación en los primeros años de la década de los 60’s. La fama del programa atravesó el Atlántico y en 1963 se hizo una versión americana del mismo.

A mediados de los 60’s, Frost, aún en la televisión inglesa, condujo otro programa exitoso, The Frost Show, en el cual entrevistaba a una serie de personajes del mundo de la música, la política y del acontecer social, siempre con un corte informal. Para darles una idea, era algo como aquellos programas de hoy en día en que se muestra al conductor más dirigiendo una cháchara que una entrevista formal, al estilo La Noche es Mía por ejemplo (1).

A finales de esa década otro programa suyo The David Frost Show era difundido por la televisión estadounidense.

Frost conoció a Nixon el año 1968, donde lo entrevistó por primera vez. El New York Times calificó en ese entonces la entrevista como inocua, de la que Nixon debía sentirse agradecido (2).

En The Frost Show era habitual la presencia de
estrellas de la música de la década de los 60's.
Una de ellas, John Lennon, opositor acérrimo de Nixon      

    
Cuando a Frost le vino la idea de entrevistar al renunciante Presidente, éste ya se encontraba dedicado a decir su “verdad” sobre el escándalo Watergate. Nixon había suscrito un contrato con una famosa editorial americana para publicar su memoria, nada menos que por la suma de dos millones de dólares. Artífice de todo ello fue Swifty Lazar, su representante, muy conocido en el medio hollywodense por conseguir este tipo de cifras para sus clientes. Fue Lazar quien le hizo ver a Nixon que la estrategia a seguir, después de haberse asegurado la publicación de sus memorias era, conseguir llegar a la televisión con su propia versión oralizada ante cámaras. Frost se conectó con Lazar y le explicó su idea de lo que quería hacer con su cliente. Lazar no tardó en recomendarle a Nixon que aceptase no sin antes mostrar desinterés a efecto que Frost eleve su propuesta económica. Sabía que Frost aceptaría dado el ímpetu que mostraba en su proyecto.

Irving Paul "Swifty" Lazar, agente de estrellas de
Hollywood. Aquí con Joan Collins
Adicionalmente, Nixon recibió el consejo de su relacionista Jack Brennan, en el sentido que el entrevistador no debía ser un periodista dispuesto a barrer el piso con él sino uno que le permitiera, aún sin darse cuenta, lucirse y decir todo cuanto le fuera favorable, esto es, que le dejara hablar y terminar dirigiendo la entrevista según su antojo. Para ello Frost resultaba ser el indicado.

Cuando las cadenas americanas se enteraron de las condiciones económicas exigidas por Nixon y aceptadas por Frost, consideraron que más había primado el aspecto económico que el interés periodístico (2). Una a una fueron echandose para atrás y lo dejaron sólo. Frost tuvo que verse en la necesidad de buscar auspiciadores hasta comenzada las grabaciones en marzo de 1977.

Detrás de cámaras

No obstante el haber cedido a las exigencias de Nixon, Frost también consiguió lo suyo: tratar el tema del Watergate sin ningún tipo de reparo.

El contrato para las entrevistas fue suscrito el 9 de agosto de 1975 con un adelanto de $200,000 dólares. El dinero provenía de los bolsillos de Frost.

Entre otras cosas pactadas, se estableció que editados, cada programa no tendría una duración más allá de los 90 minutos y que se grabarían por un espacio de 12 días con un total de 28 horas 45 minutos los días lunes, miércoles y viernes del mes de marzo de 1977 (3), 2 horas cada día, en una casa de playa en California, por cuyo arrendamiento Frost pagó $6,000 dólares.

Presentadora de noticias, reportera y periodista
de ABC News, Diane Sawyer
Para la fecha en que empezó a grabarse las entrevistas, uno a uno los programas que David Frost aún tenía en la televisión inglesa y australiana fueron cancelados por baja sintonía. De no tener éxito las entrevistas, Frost se vería arruinado profesional y económicamente.

Tanto, Nixon como Frost, se respaldaron en un equipo de personas que ayudarían a prevenir las preguntas y las respuestas de cada lado, respectivamente. En el equipo de Nixon se encontraba la, hoy, mundialmente famosa periodista Diane Sawyer, ex copresentadora del programa de noticias Good Morning America de la ABC y en la actualidad principal presentadora de la cadena noticiosa de la misma emisora.

Frost  se asesoró con James Reston, Jr. y con el productor de ABC News, Bob Zelnick.

James Reston, Jr. era un escritor, periodista e investigador estadounidense, quien trabajó como asistente de la Secretaría del Interior de los Estados Unidos entre los años 1964 - 1965 para luego enrolarse en el ejército entre el año 1965 - 1968. Sus obras se caracterizaban por mezclar la ficción con hechos reales de la política americana. Sus trabajos aparecían en publicaciones famosas como Time, The New Yorker, The New York Times Magazine, Rolling Stone Magazine, Vanity Fair, Esquire, entre otras.

James Reston (derecha) con Nixon en un descanso
de la grabación
Por aquella época, Frost venía sosteniendo un romance con la periodista Carolin Cushing por más de cinco años. Carolin, quien no intervino para nada en la producción, se desempeñó como una buena relacionista pública para Frost. Ella estuvo presente el día de la firma del contrato llevado a cabo en la propia casa del ex mandatario, en Santa Mónica - California. Ese día, Nixon se deshizo en atenciones con la Cushing contándole una serie de anécdotas de sus entrevistas con grandes líderes mundiales, como Mao Tse Tung y Leonidas Breshnev. La historia relata que, Nixon recomendó a Frost casarse con Carolin debido a que ésta tenía fijada su residencia en Mónaco, la Costa Azul, ya que era un lugar donde fácilmente podía evadir impuestos.

Grabando

Nixon en plena entrevista con Frost
Por la forma tan controversial en que abandonó la Casa Blanca, Nixon no iba a ser una presa de caza fácil, puesto que estaría bastante interesado, y la vez aleccionado por su equipo personal, de evadir las preguntas que lo pudieran incriminar en los hechos del Watergate, la represión contra los grupos opositores a Vietnam y de los defensores de los derechos civiles, así como en las maniobras de espionaje en que se vieron involucrados casi la mayoría de sus asesores.

Frost, por su parte, esperaba que Nixon entienda que la mejor manera de recuperar la confianza del pueblo americano era sincerarse ante el pueblo. Cosa que ni siquiera había previsto el entrevistado.

Mike Wallas (1918 - 2012)
Poco antes de la grabación, Frost, en el programa de la CBS “60 Minutos”, le dijo al periodista Mike Wallas que esperaba que Nixon sea un chorro de sinceridad.

Frost, se enfrentaba a la cuestión ética de si le estaba permitido, siendo un extranjero, apretar a un ex Presidente de la nación más poderosa del mundo a fin que termine diciendo la verdad. Al inicio del primer día de entrevista, tomó por sorpresa a Nixon y le preguntó “por qué no destruyó las cintas”.

David Frost se refería a las cintas que se grabaron durante la gestión de Nixon en las instalaciones de la Casa Blanca a través de un sistema dispuesto, según dice la historia, por él mismo. Esas cintas contenían sus conversaciones con sus asesores, sus Secretarios de Estado, el personal administrativo. Eran captadas a través de un sistema de micrófonos encriptados. En las investigaciones judiciales y a cargo del Congreso motivadas por el asunto del Watergate, se comprobó que muchas de ellas registraban conversaciones respecto de la manera cómo obstaculizar el conocimiento de la verdad. Incluso se especula que probaban la directa participación de Nixon en la planificación del espionaje electrónico a sus rivales políticos, los demócratas.

Por momentos la entrevista se tornaba tensa
Cabe recordar, que en 1974, Richard Nixon fue obligado por la Suprema Corte de los Estados Unidos, a entregar dichas cintas. Una de ellas fue entregada con una notoria interpolación sonora de más de 18 minutos que registraba una conversación entre Nixon y su asesor Haldeman, que hizo sospechar era comprometedora para el Presidente.

La entrevista luego pasó a tratar otros temas como la Guerra de Vietnam, la represión a los opositores de dicha guerra y a los defensores de los derechos civiles. La política internacional de los Estados Unidos, casos específicos como el de Chile con el asesinato del Presidente Salvador Allende; la distención con Rusia y China (que quizá fue uno de los logros de su gestión).

En todos estos temas Nixon sacó ventaja a efecto de presentarse como una suerte de gobernante cuya misión fue poner orden al caos que reino durante la década de  los 60’s y que a la vez buscó dar una salida honorable al tema de la guerra pero que no contó con que se la pondrían difícil los radicales opositores a su régimen. Hasta ese momento, la entrevista estaba resultándole favorable.

Revista Time y su cobertura
de la entrevista
Presionado por James Reston, Frost salió a enfrentar de una manera más decidida el último tramo de las entrevistas, el que trataba abiertamente el espionaje electrónico y el tema del Watergate y la obstrucción a la justicia por parte de su personal en la Casa Blanca.

Se dice que la habilidad investigadora de Reston, le permitió a Frost acceder a una cinta grabada con el sistema de la Casa Blanca, en donde aparecía Nixon conversando con otro de sus asesores (por aquel entonces acusado por la justicia ordinaria) Charles Colson, donde este “le ponía” en conocimiento las andanzas de Haldeman y Ehrlichman.

Frost le preguntó a Nixon, del por qué, no obstante haber sido informado que estos asesores estaban involucrados en el manejo de dinero sucio para actividades ilícitas, no los despidió de una patada. Del por qué se empeñó en poner obstáculos a las investigaciones del Poder Judicial y el Congreso sabiendo que dicha actitud era a todas luces ilegal.

En el momento más álgido de toda la serie de entrevistas, Nixon le responde a Frost que hubo motivos de seguridad nacional para proceder así. Frost le insiste que seguridad nacional o no, era delito mantener a su gente en la Casa Blanca y protegerla de la persecución de la Justicia. Nixon, sin aceptar haber incurrido en delito de obstrucción dijo que, “un hecho ilegal en todo caso dejaba de serlo cuando lo hacía el Presidente… por razones de seguridad nacional”.


El momento culminante de la entrevista:
"Cuando el Presidente lo hace no es ilegal..."

Frost quedó sorprendido con esa respuesta, el mismo Nixon también, pero Frost reaccionó más rápido y Nixon reconoció, en ese extremo, que se equivocó con esa forma de entender la situación y a continuación pasó a disculparse con sus amigos, sus electores, los jóvenes de su partido, con el sistema de gobierno, con sus compatriotas en general por su mal proceder. El rostro de Nixon fue bastante expresivo en este segmento. Estaba cansado, estaba vencido, estaba acabado.

La cámara de televisión no tuvo compasión.
Esta es la imagen de un líder que cae
para no levantarse más
Cabe aclarar que dicha disculpa no fue un reconocimiento de autoría de ninguno de los delitos que se le atribuyó. Su disculpa fue por el lado “político” de cómo manejó la situación ante el escándalo Watergate. Por ello, muchos discuten que ésta haya sido una entrevista que lograra que Nixon reconozca su responsabilidad criminal, lo que no hizo siquiera ante el Congreso de su país. De ahí que le resten importancia.

En todo caso, acrecentó la sospecha sobre él, más que la propia amnistía que le regaló su Vicepresidente Gerald Ford al ascender al mando tras su renuncia. En lugar de sacarlo a la superficie lo hundió más. Sus ansias de rehabilitación política terminaron con esas entrevistas.

DVD con la entrevista original.
No llegó al Perú
Para Frost representó su consagración como entrevistador “serio” e incisivo. La fama le sonrió aún más. Recupero no solo su dinero sino sus programas. Se convirtió en una leyenda del periodismo. No hubo, ni hay político que no deseare ser su entrevistado.

Las cadenas  de televisión que le despreciaron, terminaron pagando más de lo que inicialmente le ofrecieron.

La entrevista se trasmitió en cuatro partes los días 4, 12, 19 y 26 de mayo de 1977. El primer día alcanzaron una audiencia de más de 40 millones de tele espectadores, considerada sin precedentes para una entrevista política. El día 10 de setiembre del mismo año, se difundió un material adicional que no apareció en las primeras cuatro.

Toda esta producción forma parte de un DVD titulado Nixon Interviews.

En la primera mitad de la década del 2000, el dramaturgo Peter Morgan llevó la historia al teatro con el título Frost/Nixon, presentándose con mucho éxito en Londres en el 2006 y en Broadway el 2007.

El 2008, la obra de Morgan es adaptada a la pantalla grande bajo el mismo título, con la dirección de Ron Howard y la actuación de Michael Sheen como David Frost y de Frank Langella como Richard Nixon. Consiguió cinco nominaciones al Oscar para la premiación el año 2009. En parte de Latinoamérica la película se titula Frost/Nixon. El Desafío.


"Decepcioné a mucha gente, lo siento..."

Nota: El día 1 de setiembre de 2013, David Frost falleció víctima de un paro cardíaco a la edad de 74 años.

Coda

Otras producciones cinematográficas trataron el tema de la historia de Nixon y el escándalo del Watergate, de manera directa o indirecta.

Afiche oficial de
"Todos los Hombres del Presidente"
La primera fue All The President’s Men (Todos los Hombres del Presidente), del año 1976, ganadora del Oscar, dirigida por Alan J. Pakula, protagonizada por Dustin Hoffman y Robert Redford (quien la produjo). Estuvo basada en el libro del mismo nombre escrito por Robert Woodward y Carl Bernstein, los dos reporterosn del Washintong Post que permitieron se conozca los hechos de espionaje telefónico, manejo de fondos ilícitos y obstrucción a la justicia cometidos por el entorno del Presidente Nixon con motivo del allanamiento al cuartel demócrata en uno de los edificios del complejo Watergate. Cuenta la historia del escándalo desde el principio, desde la perspectiva de los periodistas, hasta el momento en que se reveló la existencia de grabaciones secretas en el interior de la misma Casa Blanca.

En 1995, se estrenó Nixon, dirigida por Oliver Stone, protagonizada por Anthony Hopkins en el papel de Richard Nixon. Esta película narra los años de Nixon en la Casa Blanca como el 37 Presidente de los Estados Unidos, pero sobre todo en  los momentos de conspiración de actos ilegales, de maniobras políticas indebidas, y algunos momentos que especulan sobre su estabilidad piscológica. El tema de Watergate está presente a lo largo del film aunque no absorbe todo la trama. Plantea la responsabilidad de Nixon tanto en el programa de espionaje electrónico como en la campaña de obstruir las investigaciones relacionadas con el Watergate.

Afiche de la película Nixon
de Oliver Stone
Los Papeles del Pentágono es una película que trata sobre un hecho que se dio en el primer período presidencial de Nixon (1968-1972), causándole un daño severo a su afán de pacificar a su país.

A mediados de la década de los 60’s, el oficial Daniel Ellsberg, se hace de una serie de documentos del Pentágono en los que se revela que mucha información que el Gobierno de Johnson daba sobre la Guerra de Vietnam era falsa a efecto de no acrecentar más la oposición a dicha guerra por parte de un sector de la opinión pública que iba llevando su malestar a acciones más radicales. Esta documentación fue alcanzada a algunos diarios para que sea publicada. El New York Times  y El Washington Post lo hicieron causando gran revuelo. A efecto de investigar cómo se produjo la filtración de esa información, quiénes, además de Ellberg, fueron responsables y a fin de evitar que eso sucediera nuevamente, se formó un grupo de gente de inteligencia denominado los Plomeros (Plumbers), pagados con fondos provenientes de la campaña electoral del Partido Republicano, que actuaba con desconocimiento del Congreso. De este grupo salió gran parte del personal que en 1972 allanó las oficinas del Partido Demócrata en uno de los edificios del complejo Watergate.

Afiche de Pentagon Papers
Los Papeles del Pentágono (Pentagon Pappers), año 2003, fue dirigida por Rod Holcomb y protagonizada por James Spaders como Daniel Ellsberg.

En la revista Dedo Medio, edición junio de 2012, se especula que Robert Redford piensa dirigir una nueva película sobre el caso Watergate pero como un documental.

Referencias:

(1) Programa de la televisión peruana de señal abierta, Canal 2, Frecuencia Latina.

(2) Y al parecer lo fue, pues el año 1970 lo invitó a organizar el baile de Navidad de la Casa Blanca, extendiendo la invitación a su progenitora.

(3) Nixon, además, cobró por un porcentaje de los derechos editoriales y las regalías del programa.

(4) La razón por la que se fijó una fecha tan distante fue que aún se encontraba abierto el proceso judicial contra los ex asesores de Nixon, Haldeman y Ehrclichman, y porque en 1976 habrían nuevas elecciones presidenciales, y el entrevistado no quería que se entendiera que las entrevistas estaban destinadas a influenciar en algo ambas cosas.


Álbum The Captain & The Kid
- El año 2006, Elton John lanzó su vigésimo noveno álbum de estudio titulado The Captain & The Kid, que junto a Captain Fantastic & The Brown Dirt Cowboy (1975), se constituye como su segundo álbum de carácter autobiográfico. En Captain Fantastic & The Brown Dirt Cowboy, Elton describía el panorama social y político de su país y la manera cómo se desenvolvía el negocio de la música en la época que soñaba con ser una estrella a nivel mundial hasta su llegada, en su primera gira, a los Estados Unidos. En The Captain & The Kid, trata de lo ocurrido en los siguientes treinta años, partiendo desde donde se quedó en Captain Fantastic... . La canción que abre este álbum se titula "Postcard From Richard Nixon", una visión en retrospectiva de aquella época, en la que se trata de comprender las causas de muchos hechos, como es el escándalo Watergate. En la canción, en la misma época que él llegaba a los Estados Unidos para su primera gira, el escándalo había llegado a su climax y Nixon no le quedaba otra cosa más que renunciar. En la letra Nixón le dice: "Me tengo que ir pero si quieres te puede quedar". Al parecer, esta frase  la habría escrito, también, según la canción, en una postal que el mandatario le envía a un cantante desconocido del otro lado del Atlántico. "Postcard From Richard Nixon" fue coescrita por Elton John y Bernie Taupin.

Afiche de la película Frost/Nixon de Ron Howard, titulada en español "El Desafío"


Tapa de la revista Dedomedio, Junio 2012
Ver "El Escándalo Watergate" Cap. I  II – III -  IV - Final - Pág.Principal

Soundtrack:
Postcard From Richard Nixon: Elton John (The Captain & The Kid) - 2006

Este post fue reeditado el 14 - 06 - 2014

MAX MARRUFFO S.

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