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lunes, 13 de febrero de 2012

LUIS ALBERTO "EL FLACO" SPINETTA Y LA AURORA DEL ROCK ARGENTINO

 Escucha mientras lees.

Luis Alberto Spinetta
1950 - 2012
De adolescente. 1976. Golpe de estado en Argentina. Los milicos mandan a su casa a Isabel Martínez de Perón. Los peruanos, desde 1968, sabíamos de qué se trataba todo eso.

Revista Pelo (1969-1986)
En el colegio. 1979. Armando Q., un chico de trece años, rockero empedernido, fumador de cigarros chistosos y compañero de aula comparte conmigo un pequeño tesoro: viejas publicaciones de la revista Pelo de inicios de los 70’s.

-¿Y esto?- le pregunto.

-Aquí están los grupos de rock argentinos que escucho en mi barrio (unidad vecinal de Mirones - Lima)- me contesta Armando.

Almendra, Arco iris, Vox Dei, Papos Blues, Aquelarre, La Pesada de Billy Bond, León Gieco, Barock, el Acusticaso… Me resultó un tanto extraña toda esa información. Yo crecí oyendo las canciones de Palito Ortega, Leonardo Favio, Leo Dan.

Después, en mi casa, ya de universitario. Comienzos de los 80’s. Doble 9, la radio rock en Lima, un par de veces a la semana, de noche, muy noche, había que trasnochar, pasaban rock argentino: La Torre, Serú Girán, Raúl Porcheto y su disco Reyna Madre

Más adelante, segunda mitad de los 80’s. Invasión musical del rock argentino en mi país. Desplazó a todo en el gusto juvenil. No quedó baladista en pie. Aunque no todo lo que vino fue lo mejor. Charly fue adorado como un dios.

Los Beatniks iniciaron una
tendencia con su disco
"Rebelde" (1966)
El desarrollo del rock argentino comenzó a mediados de los 60’s. En su proceso de síntesis se apartó del repertorio con sentido comercial (esto es, de lo que aquí se dio a conocer como nueva ola). Coincidió con un panorama político difícil en donde los militares argentinos habían tomado el poder una vez más (régimen de Onganía 1966-1970). Se inspiró en los ideales del Verano del Amor surgidos en la costa oeste de los Estados Unidos (1965 - 1967). Los jóvenes bonaerenses adoptaron su estética y forma de vida formando comunas al igual que sus colegas hippies, pero la realidad y los conflictos sociales típicos de un país sudamericano de postrimerías del siglo XX forjaron su propia identidad en cuanto a la música.

La clave de su importancia, trascendencia y posterior éxito internacional estuvo siempre en las letras de sus canciones. Los rockeros argentinos no fueron los primeros en cantar y componer en castellano, pero, sin duda, fueron los primeros en utilizar mejor el idioma. Así, los trabajos de los grupos fundacionales fueron más un medio de cohesión y resistencia que de esparcimiento y diversión.

Se dice que la canción que dio inicio
al rock argentino fue
"La Balsa" de Los Gatos (1967)
Es en ese ambiente que aparece Luis Alberto Spinetta quien junto a Edelmiro Molinari (otro pilar del rock porteño), Emilio del Guercio y Rodolfo García formó, en el año 1967, la banda Almendra, considerada junto a Manal, Arco Iris y la Hermandad de la Flor de la Luz Solar como la piedra angular del rock argentino.

El Flaco, como cariñosamente fue bautizado por sus seguidores, tenía formación literaria influenciada por la obra de Rimbaud y Artaud. Con sus compañeros de banda, en una época en que podía parecer una locura, pactan hacer sólo música en castellano y darle a sus letras un contenido social. Si bien a los Beatniks (uno de los primeros grupos musicales de rock & roll de la Argentina) se debe el inicio de una tendencia de mezclar letras en castellano con mensaje: la canción Rebelde; y a los Gatos (sobre todo a Lito Nebia, líder de la banda) el haber lanzado la primera canción con cierto contenido social: La Balsa; a Spinetta se le puede atribuir el haber sentado las bases de la lírica del rock porteño caracterizado por una estructura poética. Al rock argentino se le puede identificar por esto.

Molinari, Del Guercio, Spinetta y García:
Almendra (1967-1970).
Almendra grabó su primer disco (homónimo) en 1969 y el éxito alcanzado no solo demostró que Spinetta y compañía hicieron artísticamente lo correcto, sino también, que la fórmula tenía llegada a los jóvenes.

Spinetta y Almendra fueron el inicio de un largo recorrido de lo que vendría a ser llamado rock argentino (o rock nacional como lo denominan allá). Un camino lleno de dificultades, sobre todo en la segunda mitad de los 70’s en la que regía, para variar, una nueva dictadura militar (tal vez la más terrible), con músicos perseguidos y canciones censuradas por esta. Si bien los temas podían ser una oda al amor, a la libertad sexual, a la amistad y vida en comunidad, al cariño por la tierra natal, también eran cantos contra la opresión y la tiranía, un grito para mantener despierta la conciencia. En aquellos años cantantes y bandas se las ingeniaron para transmitir sus arengas contra el régimen a través de letras con doble sentido o críptic0.

En los 80’s, dos acontecimientos sirven de detonantes para su masificación en su propio país y para que se difunda más allá de sus  fronteras. La guerra de la Malvinas (1982) y la vuelta a la democracia (1983).
Genocida Videla
Durante la dictadura militar de Videla y compañía, eran pocas las radios que lo difundían, por ello tuvo un carácter underground. Con el estallido de la guerra, -ya en el régimen de Galtieri- se prohibió la música en inglés, por lo que a los programadores de radio no les quedó otra cosa que recurrir a él.

En el régimen de Raúl Alfonsín, además de una mayor apertura y difusión del género en los medios, también se dio el retorno de los músicos que partieron al exilio forzado o voluntario. Habían adquirido mayor grado de profesionalismo.

Luis Alberto Spinetta en todo ese tiempo contribuyó, sin dejar de vivir en su país, al fortalecimiento de la movida a través de otras bandas míticas: Pescado Rabioso e Invisible. Fue el centinela que, junto a otros héroes del rock argentino, veló inamovible en su trinchera de amor y música por los ideales en los que su generación y él creían.

En las postrimerías de su andar por este mundo a Spinetta le preocupaba mucho qué estaba pasando con la música. Sin medias tintas abominaba el mercantilismo de la industria y la debilidad de los músicos de hoy por alcanzar el éxito y la riqueza así tengan que tocar porquerías.

Sólo quien se encuentre a su altura puede decir las cosas sin temor y sin falsa “diplomacia” o “cortesía”.

Este ha querido ser un pequeño homenaje a un poeta y músico que no gozó de mayor cobertura en el Perú cuando el rock argentino invadió nuestras radios. Spinetta nos visitó en dos oportunidades. La primera en 1969, año de lanzamiento del primer disco de Almendra. Eran los años de la dictadura de Velazco y la prensa más que analizar la técnica y arte de su música solo se fijó en su imagen personal  y la de sus compañeros de banda. La segunda, en 2005. También estuvo en Colombia y no llenó ni la mitad del recinto donde se presentó, pero él cumplió con la función y la gira desplegando toda su capacidad, como lo hacen los grandes que nunca esperan premios, reconocimientos masivos, tribunas llenas. Tenía una frase: “Nena, no seas tan fanática”.

Vale aprovechar esta oportunidad para decirle a los seguidores de esta música en el Perú: poco se conoce y pocos conocen hasta hoy de esa etapa fundacional del rock argentino, que considero es más un estilo de hacer música que una corriente musical.

Chau "Flaco", descansa en paz.


Soundtrack:
Rebelde: Los Beatnicks (1966)
La Balsa: Los Gatos (1967)
Plegaria  para un niño dormido: Almendra (1969)
Ana no duerme: Almendra (1969)
Muchacha (Ojos de papel): Almendra (1969)
Mañana campestre: Arco Iris (1972)

MAX MARRUFFO S.

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