Luis Alberto Spinetta 1950 - 2012 |
De
adolescente. 1976. Golpe de estado en Argentina. Los milicos mandan a su casa a
Isabel Martínez de Perón. Los peruanos, desde 1968, sabíamos de qué se trataba
todo eso.
Revista Pelo (1969-1986) |
En el
colegio. 1979. Armando Q., un chico
de trece años, rockero empedernido, fumador de cigarros chistosos y compañero
de aula comparte conmigo un pequeño tesoro: viejas publicaciones de la revista Pelo de inicios de los 70’s.
-¿Y
esto?- le pregunto.
-Aquí
están los grupos de rock argentinos que escucho en mi barrio (unidad vecinal de
Mirones - Lima)- me contesta Armando.
Almendra, Arco iris, Vox Dei, Papos Blues,
Aquelarre, La Pesada de Billy Bond, León Gieco, Barock, el Acusticaso… Me resultó un tanto extraña toda esa información. Yo crecí
oyendo las canciones de Palito Ortega,
Leonardo Favio, Leo Dan.
Después,
en mi casa, ya de universitario. Comienzos de los 80’s. Doble 9, la radio rock en
Lima, un par de veces a la semana, de noche, muy noche, había que
trasnochar, pasaban rock argentino: La
Torre, Serú Girán, Raúl Porcheto y su disco Reyna Madre…
Más
adelante, segunda mitad de los 80’s. Invasión musical del rock argentino en mi
país. Desplazó a todo en el gusto juvenil. No quedó baladista en pie. Aunque no
todo lo que vino fue lo mejor. Charly fue adorado como un dios.
Los Beatniks iniciaron una tendencia con su disco "Rebelde" (1966) |
El
desarrollo del rock argentino comenzó a mediados de los 60’s. En su proceso de
síntesis se apartó del repertorio con sentido comercial (esto es, de lo que
aquí se dio a conocer como nueva ola). Coincidió con un panorama político
difícil en donde los militares argentinos habían tomado el poder una vez más
(régimen de Onganía 1966-1970). Se inspiró en los ideales del Verano del Amor
surgidos en la costa oeste de los Estados Unidos (1965 - 1967). Los jóvenes
bonaerenses adoptaron su estética y forma de vida formando comunas al igual que
sus colegas hippies, pero la realidad y los conflictos sociales típicos de un
país sudamericano de postrimerías del siglo XX forjaron su propia identidad en
cuanto a la música.
La
clave de su importancia, trascendencia y posterior éxito internacional estuvo
siempre en las letras de sus canciones. Los rockeros argentinos no fueron los
primeros en cantar y componer en castellano, pero, sin duda, fueron los
primeros en utilizar mejor el idioma. Así, los trabajos de los grupos
fundacionales fueron más un medio de cohesión y resistencia que de
esparcimiento y diversión.
Se dice que la canción que dio inicio al rock argentino fue "La Balsa" de Los Gatos (1967) |
Es en
ese ambiente que aparece Luis Alberto Spinetta quien junto a Edelmiro Molinari
(otro pilar del rock porteño), Emilio del Guercio y Rodolfo García formó, en el
año 1967, la banda Almendra, considerada junto a Manal, Arco Iris y la
Hermandad de la Flor de la Luz Solar como la piedra angular del rock argentino.
El
Flaco, como cariñosamente fue bautizado por sus seguidores, tenía formación
literaria influenciada por la obra de Rimbaud y Artaud. Con sus compañeros de
banda, en una época en que podía parecer una locura, pactan hacer sólo música
en castellano y darle a sus letras un contenido social. Si bien a los Beatniks
(uno de los primeros grupos musicales de rock & roll de la Argentina) se
debe el inicio de una tendencia de mezclar letras en castellano con mensaje: la
canción Rebelde; y a los Gatos (sobre todo a Lito Nebia, líder de la banda) el
haber lanzado la primera canción con cierto contenido social: La Balsa; a
Spinetta se le puede atribuir el haber sentado las bases de la lírica del rock
porteño caracterizado por una estructura poética. Al rock argentino se le puede
identificar por esto.
Molinari, Del Guercio, Spinetta y García: Almendra (1967-1970). |
Almendra
grabó su primer disco (homónimo) en 1969 y el éxito alcanzado no solo demostró
que Spinetta y compañía hicieron artísticamente lo correcto, sino también,
que la fórmula tenía llegada a los jóvenes.
Spinetta
y Almendra fueron el inicio de un largo recorrido de lo que vendría a ser
llamado rock argentino (o rock nacional como lo denominan allá). Un camino
lleno de dificultades, sobre todo en la segunda mitad de los 70’s en la que
regía, para variar, una nueva dictadura militar (tal vez la más terrible), con
músicos perseguidos y canciones censuradas por esta. Si bien los temas podían
ser una oda al amor, a la libertad sexual, a la amistad y vida en comunidad, al
cariño por la tierra natal, también eran cantos contra la opresión y la
tiranía, un grito para mantener despierta la conciencia. En aquellos años
cantantes y bandas se las ingeniaron para transmitir sus arengas contra el
régimen a través de letras con doble sentido o críptic0.
Genocida Videla |
Durante
la dictadura militar de Videla y compañía, eran pocas las radios que lo
difundían, por ello tuvo un carácter underground. Con el estallido de la
guerra, -ya en el régimen de Galtieri- se prohibió la música en inglés, por lo
que a los programadores de radio no les quedó otra cosa que recurrir a él.
En el
régimen de Raúl Alfonsín, además de una mayor apertura y difusión del género en
los medios, también se dio el retorno de los músicos que partieron al exilio
forzado o voluntario. Habían adquirido mayor grado de profesionalismo.
Luis Alberto Spinetta en todo ese tiempo contribuyó, sin dejar de vivir en su
país, al fortalecimiento de la movida a través de otras bandas míticas: Pescado Rabioso e Invisible. Fue el centinela que, junto a otros héroes del rock
argentino, veló inamovible en su trinchera de amor y música por los ideales en
los que su generación y él creían.
En
las postrimerías de su andar por este mundo a Spinetta le preocupaba mucho qué estaba pasando con la música. Sin medias tintas abominaba el
mercantilismo de la industria y la debilidad de los músicos de hoy por alcanzar
el éxito y la riqueza así tengan que tocar porquerías.
Sólo
quien se encuentre a su altura puede decir las cosas sin temor y sin falsa
“diplomacia” o “cortesía”.
Este
ha querido ser un pequeño homenaje a un poeta y músico que no gozó de mayor
cobertura en el Perú cuando el rock argentino invadió nuestras radios. Spinetta nos visitó en dos
oportunidades. La primera en 1969, año de lanzamiento del primer disco de Almendra. Eran los años de la dictadura
de Velazco y la prensa más que analizar la técnica y arte de su música solo se
fijó en su imagen personal y la de sus
compañeros de banda. La segunda, en 2005. También estuvo en Colombia y no llenó
ni la mitad del recinto donde se presentó, pero él cumplió con la función y la
gira desplegando toda su capacidad, como lo hacen los grandes que nunca esperan
premios, reconocimientos masivos, tribunas llenas. Tenía una frase: “Nena, no seas tan fanática”.
Vale
aprovechar esta oportunidad para decirle a los seguidores de esta música en el
Perú: poco se conoce y pocos conocen hasta hoy de esa etapa fundacional del
rock argentino, que considero es más un estilo de hacer música que una corriente
musical.
Soundtrack:
Rebelde: Los Beatnicks (1966)
La Balsa: Los Gatos (1967)
Plegaria para un niño dormido: Almendra (1969)
Ana no duerme: Almendra (1969)
Muchacha (Ojos de papel): Almendra (1969)
Mañana campestre: Arco Iris (1972)
MAX MARRUFFO S.
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