Con esto de la segunda vuelta electoral me he alejado de otro tipo de informaciones en las últimas semanas.
Ayer recién me enteré de la muerte de Jeff Conaway, el recordado Kenickie, uno de los miembros de la famosa pandilla de los T-Birds que co-lideraba junto a Danny Zuko (John Travolta) en el film adaptado del musical escrito por Jim Jacobs y Warren Casey: Grease.
Conaway (su nombre verdadero era Jeffrey William Michael Conaway), nacido en New York el 5 de octubre de 1950, inició su carrera teatral nada menos que en el mismo Broadway a los dos años de edad. En los 70’s fue él quien se encargó del personaje principal Danny Zuko en el musical Grease, pero cuando esta obra fue llevada al cine, la popularidad de la película de Fiebre de Sábado por la Noche permitió que este recayera en John Travolta. A manera de consuelo se le ofreció el papel de Kenickie, un chico rudo, con pocas ganas de prosperar y al que le interesaban sólo las chicas recorridas como Rizzo (Stockard Channing), después, claro está, de su destartalado auto.
Luego de la película producida por Allan Karr y Robert Stigwood, consiguió un papel en la serie Taxi (1978-1982) que protagonizó con Danny De Vito.
Posteriormente su carrera no tuvo mayor trascendencia. Recuerdo haberlo visto en una película de corte erótico.
El año 2008 reconoce públicamente su adicción al alcohol y a las drogas (cocaína).
Jeff Conaway falleció el día 27 de mayo, luego de haber sido ingresado de emergencia, el día 11, a causa de una sobredosis que complicó su estado de salud pues venía padeciendo problemas pulmonares.
Conaway, como una infinidad de artistas, terminó siendo preso de la imagen del personaje que más éxito y recordación le otorgó: Kenickie. Este problema no solo es causado por el enorme impacto que pueda tener un determinado rol, sino también, por el hecho, del poco crédito que directores y productores le dan a los actores que encarnan esos personajes de poder trascender de ellos. Sólo el buen tino y desde luego el buen manejo por parte de un representante capaz, logra que escapen de esa sombra. Sin ir muy lejos, ese fue el caso de su compañero de película, John Travolta.
A éste, le costó trabajo deshacerse del recuerdo de Tony Manero y de Danny Zuko, fantasmas que lo persiguieron por toda la década de los 80’s, hasta que en los 90’s logra la consagración con películas como Mira Quién Habla y Pulp Fictión.
Cuando en el año 1978 vi la película Grease en el desaparecido cine Diamante de la Av. Brasil, fue el personaje de Kinickie el que más quedó fijado en mi retina, ya que, de cierta manera, su irreverencia encajaba con mi otro ídolo de la adolescencia, John Lennon. Recuerdo que me las arreglé para que de mi encendedor brotara una llama más o menos parecida al que él utilizaba en Grease.
Chau amigo.
Mi más sentido pésame Rizzo.
Mi más sentido pésame Rizzo.
Canción anexa: There Are Worse Things I Could Do (Jim Jacobs): Stockard Channing - Soundtrack Grease - 1977
Max.
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