lunes, 18 de julio de 2011

¡VIVA EL PERÚ CARAJO! JULIO MES PATRIO

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Una de las cosas que más recordamos en la vida son las historias contadas por nuestros abuelos y que tenían que ver con nuestro pasado, nuestras costumbres e idiosincrasia, mitos, leyendas y personajes populares. Nuestra generación debe agradecer el hecho que, cuando niños, la televisión no ocupaban nuestra atención como hoy en día lo hacen los nuevos artilugios y había espacio para la conversación.

Esa situación ayudó mucho para conocer aquello que hoy llamamos Patria.

LUIS PARDO (LA ANDARITA): ELOISA ANGULO
Recuerdo las historias que me contaba mi abuela materna Victoria, la mamita o simplemente la abuelita.
Gracias a ella, muy niño, conocí la de dos personajes populares de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, Luis Pardo y la Andarita. Mi abuela me la contaba haciendo un paralelo con Robin Hood, ya saben, eso que robaba a los ricos para darles a los pobres. El malo de esa historia era un tal Toro Mazote, el cazador implacable de Pardo y que finalmente le dio muerte.
Poco después pude constatar que realmente Luis Pardo existió gracias a la lectura de un artículo aparecido en un periódico en donde se podía ver la foto de su cadáver extraído de las aguas de un río junto al de uno de sus compinches, Celedonio Gamarra, rodeados por un grupo de gendarmes.
De adulto llegue a entender que no se trataba de un ladrón o bandolero que compartía su ilícito botín con el pueblo, sino de un luchador social. La Historia de nuestro país nos ha enseñado que los poderosos suelen imponer la imagen de delincuente a todo aquel que osa enfrentar el sistema por una causa justa. Y debo confesar que por ello, en los 80's, llegué a temer que su historia se asimile como antecedente de la subversión. Preferí por mucho tiempo dejarlo ahí. Cuando todo pasó y hubo espacio para la reflexión y el razonamiento, con alegría constaté que ser luchador social no significa ser subversivo en el sentido -que de manera dolorosa- nuestra sociedad ha llegado a percibir esta palabra.
Telmo Luis Pardo Novoa, Luis Pardo
Luis Pardo cuyo nombre completo era Telmo Luis Pardo Novoa nació en el hoy distrito de Chiquián, provincia de Bolognesi, Región Ancash, año 1874, hijo de Pedro Pardo Zorrilla un hacendado y por lo tanto de origen acomodado y que sin embargo rechazó la situación social existente en su época.
Cuando tenía 11 años su padre fue asesinado por unos hermanos de apellido Alvarado con la finalidad de arrebatarle sus tierras. Su madre, Doña Paula Novoa Nuñez, murió poco después producto de la pena originando en Telmo Luis un rencor profundo que lo marcaría de por vida:
(III)
A mi padre lo mataron, mi madre murió de pena; ella, tan buena, ¡tan buena! ¡Ellos que tanto me amaron! Con ambos me arrebataron lo más que en el mundo quise...
El adolescente se tomó venganza matando a dichos hermanos de dos certeros disparos con su carabina. Posteriormente su abuelo paterno se hace cargo de él cuidando que termine tanto su instrucción primaria como la secundaria.
Ya mayor se dedicó a la administración de su hacienda El Pancal aplicando una política laboral muy distinta de lo que se hacía en otras. En los días de descanso era prácticamente obligatorio que los peones aprendan a leer y a escribir y recibir clases sobre reglas de urbanidad. Él se encargaba de impartir esas enseñanzas.
Según la tradición, habiendo fracasado su primer matrimonio (se casó a los 17), se enamoró perdidamente de una joven pastora, Zoila Tapia, a quien, se dice, apodó La Andarita, que murió al dar a luz a su hijo (Este hecho es objetado por muchos puesto que, según el canto, no se hace referencia alguna de la muerte de una mujer, sino mas bien, a un alejamiento o despedida. Igualmente se discute que con el nombre Andarita se esté haciendo referencia a la Tapia ya que esa palabra era desconocida en Chiquián):
(X)
Cae la noche, en el cielo surge la argentada luna, triste como mi fortuna, sola cual mi desconsuelo. A su luz beso el pañuelo que me dio a la despedida, que en su llanto humedecida besó ella con pasión loca y que guarda de su boca la huella siempre querida.
Pardo se unió a la causa de Andrés Avelino Cáceres contra Nicolás de Piérola desarrollando su lucha en los alrededores de Barranca, Supe, Huaral. Tomado prisionero en diversas oportunidades, se las arreglaba para escapar constantemente con saldo de muertos y heridos lo que le valió ser perseguido como un peligroso enemigo público.
Solía aparecerse en todo lugar en que tenía conocimiento de abuso a los indígenas, los cuales se unían a su causa. Cierta arrogancia con sus perseguidores lo pusieron innumerables veces en peligro. Era la época en que el bandolerismo era el medio utilizado de combatir la prepotencia de los señores hacendados o terratenientes.
Sus correrías como justiciero se extendieron por muchos años hasta que en el gobierno de Augusto B. Leguía se organizó meticulosamente su captura. De Lima se envío un cuerpo de 50 gendarmes al mando del Mayor Álvaro Toro Mazote.
El día 5 de enero de 1909, ése grupo lo acorraló en un lugar de nombre Jacar cercano a Chiquián. La versión de mi abuela coincide con la historia que señala que al ver que no tenía escapatoria antes de entregarse mansamente prefirió tirarse a las aguas del Tingo (río que hoy lleva su nombre) no obstante sabía que así se ponían en la mira de las carabinas de los esbirros. Murió acribillado a la edad de 35 años.
Los cuerpos de Pardo y Gamarra fueron expuestos en el centro de la plaza de Chiquián siendo objeto de escarnio por parte de sus asesinos.
Foto donde aparecen los cuerpos acribillados de Celedonio Gamarra (izq.)
y Luis Pardo (der.) exhibidos en la plaza de Chiquián
rodeados por gendarmes

Décadas posteriores Luis Pardo fue materia de homenajes por parte de la autoridad pública, concediendo a calles y plazas su nombre (se dice que una de éstas fue la decimo primera cuadra del Jirón de La Unión).

Como parte del recuerdo popular pronto surgieron muchas historias las que difícilmente han podido ser comprobadas convirtiéndolo en personaje de leyenda.

Pocos meses después de su muerte (setiembre de 1909), apareció un canto que relataba sus aventuras el cual pronto fue denominado “Luis Pardo” o “La Andarita” canto del que no se conoce el autor y que fuera publicado en un semanario de nombre “Integridad” dirigido por Abelardo Gamarra Rondó, conocido como El Tunante (1850 - 1924). Existe la creencia que la letra es obra de este periodista, compositor y tradicionalista quien prefirió no admitirlo debido a su connotación rebelde.

Del mismo modo la música con la que se conoce se le atribuyó a Justo Arredondo, cosa que tampoco ha podido ser certificada ya que éste nunca hizo valer derecho alguno. Sin embargo, con el paso del tiempo siempre se ha tenido a ambos como sus autores.
Abelardo Gamarra "El Tunante"

Llevada al disco por innumerables cantantes, el tema se estructuró sobre la base de algunas de sus estrofas (primera, quinta, novena y decimo primera), siendo estas modificadas ligeramente según el intérprete.

Se destaca la versión del trío “Los Troveros Criollos” (1956), la del conjunto “Fiesta criolla” (1961) y de la Soberana de la Canción Criolla Eloísa Angulo (1958).

Algo que es importante advertir es que muchos interpretes equivocan el verso referente a la indignación del personaje por la explotación del indio: Yo tengo el alma de armiño cuando veo que te explotan... cuando el texto riginal del canto es No tengo el alma de armiño...

¿Hubo razón para que en el canto original se utilice la frase No tengo el alma de armiño como sinónimo de no indiferencia ante ese hecho? Creo que sí.

El armiño o mustela erminia es un carnívoro de fino pelaje que cambia de color según la estación, de un color pardo a un color blanco níveo que antes del visón fue el preferido para la decoración de vestiduras de los monarcas.

En ese sentido, por el año 1910, decir No tengo el alma de armiño pudo ser entendido como sinónimo tal vez de no soy franela de los poderosos.

Sin embargo, también existe una razón del por qué casi todos los intérpretes de la canción prefieren decir Yo tengo el alma de armiño...

El armiño se alimenta principalmente de roedores a los cuales persigue dentro de las madrigueras de estos. Así, Yo tengo el alma de armiño significa ser enemigo de los miserables, perversos, abyectos o canallas.

Eloisa Angulo "La Soberana de la Canción Criolla"
Cabe señalar que en 1929 se rodó una película muda titulada Luis Pardo, bajo la dirección de Enrique Cornejo Villanueva y de la cual queda algunos vestigios en la Biblioteca Nacional.

Estas son algunas secuencias de la película Luis Pardo, parte de un documental editado en 1980 y donde aparece su realizador Enrique Cornejo Villanueva quien además hizo de Luis Pardo

Esta es la versión de la canción por parte de los Troveros Criollos, considerada la más popular en su época


Por último, existe un personaje con algunas similitudes en la obra de Ciro Alegría El Mundo es Ancho y Ajeno (1941), Él Fiero Vásquez. El autor, en la descripción de éste personaje lo compara o asimila a la figura de Luis Pardo.

Nuestra Patria ha sido forjada no solo por héroes de guerra victoriosos o derrotados, sino también, por luchadores sociales. Este es el caso de Luis Pardo, el famoso bandolero.
El Canto a Luis Pardo
(Anónimo)
I
Ven acá mi compañera; ven tú, mi dulce andarita, tú sola, sola, solita, que me traes la quimera de aquella mi edad primera, que en el campo deslizada, junto a mi madre amada y de mi padre querido, era semejante al nido que hace el ave en la enramada.
II
Ven, consuela al solitario que por jalcas y oconales, sin hallar fin a sus males, va arrastrando su calvario. Fue el destino temerario al empujarme inclemente, como por rauda pendiente, desde lo alto del peñón se desgaja algún pedrón que rueda y cae inconsciente.
III
A mi padre lo mataron, mi madre murió de pena; ella, tan buena, ¡tan buena! ¡Ellos que tanto me amaron! Con ambos me arrebataron lo más que en el mundo quise. Pero aún la suerte me dice: "Ama, adora a una mujer", que hube también de perder... pues nací para infelice.
IV
e entonces, ¿qué hube de hacer? Odiar a los que me odiaron; matar a los que mataron lo que era el ser de mi ser; en torno mío no ver sino la maldad humana; esa maldad cruel, insana, que con el débil se estrella, que al desvalido atropella y de su crimen se ufana.
V
Por eso yo quiero al niño; por eso yo amo al anciano; y al pobre indio, que es mi hermano, le doy todo mi cariño. No tengo el alma de armiño cuando sé que se le explota; toda mi cólera brota para su opresor, me indigna como la araña maligna que sé aplastar con mi bota.
VI
Yo aborrezco la injusticia; yo quiero al que es desgraciado, al que vive abandonado sólo por torpe malicia; yo maldigo la estulticia de tanta gente menguada, porque al fin de la jornada, puesto que la vida es corta, la vida a mí qué me importa porque ¿qué es la vida? ¡Nada!
VII
De mi provincia las peñas y el viento de mis quebradas, me delatan las pisadas del que me busca en las breñas; hasta las ramas son señas que de la suerte merezco; ni me asusta ni padezco si alguien me mira altanero; yo soy como el aguacero, que al soplo del viento crezco.
VIII
Brama, brama, tempestad; ruge, trueno, en el espacio, ¡Bendito sea el palacio de la augusta Libertad! Cielo, con tu inmensidad vas mis pasos amparando. El rayo me va alumbrando si viene la noche oscura, en medio de su negrura para seguir caminando...
IX
Llega la noche. En el cielo salta la luna serena; dentro del pecho mi pena parece hallar un consuelo; sobre el campo, blanco velo se extiende, y como visión, detrás de cada peñón parece ver a mi amada, que viene como escapada a buscar mi corazón.
X
Cae la noche, en el cielo surge la argentada luna, triste como mi fortuna, sola cual mi desconsuelo. A su luz beso el pañuelo que me dio a la despedida, que en su llanto humedecida besó ella con pasión loca y que guarda de su boca la huella siempre querida.
XI
Y me persiguen, ¡traidores! siempre fueron sin entrañas, les espanta mis hazañas que no son sino rencores. ¿Dónde están mis defensores? Para mí, nadie es clemente; nadie piensa, nadie siente, ¿Quieren matarme?, ¡en buena hora! Que me maten si es la hora, ¡pero mátenme de frente!

Para efectos de tener una mayor idea acerca de la existencia de la Andarita (supuesta compañera de Pardo) les recomiendo la lectura de ésta página web: LAMULA.PE

Max Marruffo S.

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